'Todo estará bien, mi doctor' Johnlock

¡Siento haberme enamorado de ti!

Narra Sherlock:

Desperté con el olor del café inundar mi habitación, me sentía mareado '¿Que mierda había pasado?', rasque mis ojos para ver más nítido y pude observar que estaba en el suelo, con mis parches de nicotina tirados y mi pistola muy cerca mía, pero lo peor, con una caja de tabaco gastada 'Maldita sea, Sherlock' me dije mientras me levantaba con necesidad de apoyarme en la pared para no caer al suelo y comencé a vestirme pues estaba en pijama, cuando acabe, salí del cuarto. 

- Ay Sherlock ¿Que te ha pasado? -Dijo una señora de avanzada edad acercándose al pelinegro, le obligó a sentarse a lo que el aceptó entre gruñidos-

- ¿Que? ¿Tan feo he despertado? -Dijo Sherlock extrañado-

- Tienes unas ojeras enormes, se te ve más pálido de lo normal, dejame adivinar, ¿Volviste a fumar? ¡Avisare a John, jovencito! - Dijo la señora Hudson recriminando su actuación, puede que sea una mujer mayor pero conocía a Sherlock y no era tonta- 

Me quedé en completo silencio mientras tomaba el café que había traído la anciana, está, se acabó yendo y dejándome solo en aquel amplio salón; cuando terminé el café me puse mi chaqueta y salí de la casa, que me mataba en el fondo, era muy temprano, es más, no serían más de las cinco de la mañana ¿que hacía la anciana despierta? deduje que posiblemente se hubiese desvelado y preparado café para afrontar su mañana y, como siempre, se había acordado de mi. Tras un cuarto de hora caminando sin rumbo sentí como alguien me enviaba un mensaje asi que desbloquee mi telefono con mi semblante serio.

- Me acaba de decir la señora Hudson que has vuelto a fumar, dime que es mentira- JH

-Solo ha sido una vez, no es para tanto- SH

- También me ha dicho que estas palido y que tienes grandes ojeras ¿Fue por lo de ayer, Sherlock? No me digas que enfermaste..- JH

- Esa señora es muy exagerada, pero dime ¿No puedes dormir? SH

- No, ¿Quieres dar un paseo? Molly sigue aquí- JH

- Vale, en el parque de ayer dentro de media hora, te espero, doctor- SH

Guarde el móvil mientras soltaba un suspiro y fuí directo al parque '¿Desde cuando daba paseos a estas horas con John?' Solo una vez y fue por un caso; 'Deberías decírselo, puede que te corresponda' pensé, malditos sentimientos, pero ya me había rechazado hace años cuando se casó con Mary, me abandonó, me dejó solo y luego tuvo una niña y solo le veía una vez cada mes y no me era suficiente, lo gracioso es que nadie se había dado cuenta que por eso había vuelto a las drogas y a no comer, esos meses fueron horrorosos, sobre todo, luego, sentir la voz de Mary castigandome, peor que las torturas físicas.

Ví el parque, era verdaderamente hermoso, solo pasaron diez minutos y John apareció allí, con una camisa oscura y unos pantalones bastante pegados, mi rubor no tardó en aparecer, pero John no se percató de aquello, solo se acerco a mi y se puso de puntillas para tocar mi rostro con su dulce mano.

- Dios Sherlock, verte así no me trae buenos recuerdos.. -Dijo el rubio muy preocupado, iba a seguir hablando hasta que el pelinegro interrumpió-

- Ni a mí -Se limitó a decir, su mirada era fría pero trago saliva y decidió decir algo inusual en él- Lo siento, John

- Espera ¿Me estás pidiendo perdón? Nunca has hecho eso.. -Al instante el pelinegro comenzó a temblar lo cual asustó aún más al rubio- ¿Sherlock..?

- Siento no haber salvado a Mary.. siento no haber estado a tu lado esos dos años donde fingí mi muerte.. siento haberte maldecido en contadas ocasiones.. siento.. -Los ojos del pelinegro se humedecieron y en pocos segundos finas lágrimas recorrían esos perfectos pómulos del contrario-