A Mi Nivel [Taekook]

Capítulo 35

Jungkook

Quisiera ser inasequible a todas las emociones que siento justo en este momento, pero no puedo.

Otra vez he vuelto a meter la pata. He besado a Taehyung. A Kim Taehyung, quien se supone que es sólo mi amigo y el chico que le gusta a mi hyung.

Eso no debió pasar. Simplemente nunca debí aceptar, pero lo hice, y no tanto por aprender, accedí a ello porque quería besarlo a él. Quería recibir caricias de su parte, quería que sus grandes manos tomaran mi rostro como lo hicieron y quería que sus labios se posaran en los míos. Es un pensamiento que ha estado en mi cabeza desde el viernes pasado, cuando me enteré de que le gustaba a Taehyung.

Ahora me siento como la peor persona en el mundo, pues, siendo consciente de que le gusto, lo he ilusionado y luego le he dicho que lo que hicimos fue un error. También he tracionado a Yoongi hyung.

Mis manos reposan sobre mi estómago mientras que observo, boca arriba sobre mi cama, el techo de mi habitación.

Una parte de mí me dice que estuvo mal, pero la otra me hace sentir que no estoy del todo arrepentido, pues gracias a lo que sucedió, he descubierto que me siento atraído hacia Taehyung.

El castaño me llama mucho la atención, y no sé como he podido negármelo antes tantas veces.

Siento un horrible peso en mis hombros y la parte de mí que se siente culpable, vuelve a predominar en mis pensamientos. Es mejor que extinga esta atracción desde ya. No puedo seguir traicionando a hyung y tampoco puedo olvidar tan sencillamente a Namjoon. Sigo enamorado de él, lo he querido por casi tres años, así que en él es en quien me debo enfocar. ¿Verdad?

Agotado, suelto un suspiro y me acomodo en posición fetal en la cama.

Nunca creí que pudiera sentirme atraído hacia dos personas al mismo tiempo, pero heme aquí. No puedo evitar comenzar a comparar las sensaciones que me provocan cada uno.

Namjoon hyung es probablemente a quien más admiro. Es maduro, amable, responsable y considerado. No hay persona más recta que él. Cada vez que lo veo, en mi estómago comienzan a revolotear decenas de mariposas y me vuelvo timidez pura a su lado.

Con Taehyung, me siento seguro, protegido. No me siento incómodo al hablarle ni al interactuar con él, aunque en ocasiones, mi corazón se acelera con inquietud por lo gestos maravillosos que tiene hacia mí.

Lo que pasó hoy con él se sintió como un fuego ardiente. Un fuego que se instaló en mis mejillas y en mi pecho. Un calor agradable que recorrió todo mi cuerpo y me hizo temblar bajo el castaño. Fue una sensación tan gratificante, que me dejó anhelando más.

Trato de no pensar mucho en ello porque no quiero que mi propia mente me juegue sucio y se quede prendada de lo maravilloso que él es, pero de todas maneras no puedo evitarlo.

Una voz en mi interior chilla repetidas veces "Jungkook, sólo fue un beso", pero no le hago caso. Fueron cuatro besos, mis primeros cuatro besos. Nunca me había sentido de esa manera, es una experiencia completamente nueva.

Cierro mis ojos y comienzo a imaginar qué habría pasado si le hubiera respondido que sí me gustaba. No creo que hubiéramos llegado a tanto, pero mi mente vuela y piensa en cosas en las que en definitiva no debería pensar.

Al volver a sentir ese calor dentro de mí, decido ir al baño y tomar una ducha fría, pero aún así mi cabeza sigue trabajando y creando cientos de escenarios que nos envuelven a Taehyung y a mí.