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La luz que daba directamente contra sus párpados comenzaba a resultarle bastante molesta, provocando que se removiera inquieto en su lugar mientras emitía un pequeño gruñido. Y no sólo eso, además había sentido cierta humedad en sus mejillas que honestamente le provocó cosquillas, llevándole a abrir sus ojos lentamente, buscando al responsable.

—Hey...— sonrió débilmente, viendo al pequeño cachorro mover su colita muy animadamente frente a él hasta que un suave ladrido de su parte le hizo reaccionar del todo.

El castaño se reincorporó hasta quedar sentado en su lugar, sintiendo tanto tierra como césped bajo sus dedos una vez que logró apoyarse, llevándose un profundo dolor en parte de su abdomen dirigido hacia el lado derecho, por lo que guió sus manos a la zona afectada mientras una mueca se apoderaba de sus labios.

—Has despertado.

Giró rápidamente su mirada a donde provenía aquella desconocida voz para él, dando con un muchacho más joven que su persona, el cual ni siquiera le dirigía la mirada, sino que se mantenía muy centrado en aquella carne que cocinaba en la improvisada fogata a unos pasos de donde estaba.

Solo olerlo le abrió el apetito. Tuvo que tragar grueso, para luego desviar su mente a otro enfoque.

—¿Quién eres tú?

—¿Tienes hambre? Imagino que si, llevas un buen rato inconsciente.— mencionó el desconocido, volteando a verle para dirigirle una amistosa sonrisa, la cual Taehyung no correspondió—. ¿Qué? ¿Me dirás que no quieres comer?

El castaño se levantó de su lugar, alzando la camiseta que llevaba puesta para ser testigo del vendaje que cubría la supuesta herida.

—No soy médico, pero hice lo que pude.— escuchó al muchacho, lo que le llevó a elevar la vista. Ni siquiera recordaba el momento exacto en que aquel desconocido pudo haberle asistido de esa forma—. Parece que tuviste un accidente.

Fue allí que los remotos recuerdos volvieron a él, invadiéndolo como una gigantesca ola, una muy fría y desastrosa. El incendio, sus amigos, la explosión que le llevó a caer... la voz de Jungkook.

Jungkook.

Abrió sus ojos de par en par, volteando a ver con desesperación a sus costados en busca de algún indicio que le diera alguna pista suficiente del paradero de sus amigos.

El muchacho alzó una ceja en su dirección, luciendo confundido—. ¿Qué ocurre?

—Debo volver... Ellos...

—¿Ellos?

Taehyung guardó silencio. Se encontraba con un total desconocido, no es como si fuese a revelarle la existencia de sus compañeros. Aunque, a decir verdad, aquel chico le había salvado la vida. Según recordaba, su cuerpo había quedado derrumbado en aquella vieja construcción donde él y sus amigos habían sido capturados. Y eso mismo le llevó a cuestionarse el cómo había terminado en este lugar. A simple vista, no reconocía nada a su alrededor.

—Tú... ¿Me salvaste?

El de cabellos negros le observó con detenimiento, asintiendo.

—¿Cómo?

—¿Cómo qué?

—¿Cómo lo hiciste?

Unos escasos segundos de espera fueron necesarios para recibir una respuesta, que a pesar de no ser del todo creíble, le terminó por convencer, explicándole que le había encontrado entre los escombros de un edificio gracias a los ladridos de aquel cachorro que le acompañaba.

—Es un milagro que hayas sobrevivido.— mencionó aquel—. Puede que no haya sido tu hora aún.

Taehyung se aproximó a la fogata, limpiando un poco la tierra que había quedado impregnada en su ropa a medida que sus ojos no se despegaban de la silueta de aquel muchacho, el cual no dejaba de brindarle una cálida sonrisa cada tanto.

Muertos Vivientes ➳ KookV #1Where stories live. Discover now