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Tiempo atrás...

Retomó su camino hasta el cuarto de mercancia, trayendo consigo dos pesadas cajas, una sobre otra, hasta dejarlas sobre una de las mesas allí presentes mientras soltaba un ligero suspiro. Había terminado con su deber por aquella zona y ahora quedaba ir por algo de comer en sus breves minutos de descanso hasta volver una vez más al trabajo, solo que esta vez tocaría hacer de guardia junto a Namjoon a las alturas del muro.

—¡Yoongi hyung!— escuchó que le llamaban, reconociendo la figura de su hermano menor venir hasta su posición. No tardó en darle la bienvenida con una leve sonrisa. La presencia de Yoohyun siempre lograba darle muchos más ánimos para continuar en aquel lugar, con la esperanza de darle un buen hogar y la seguridad que se merecía para que pudiese tener una tranquila y extensa vida.

—Hey, ¿todo bien en la cacería?— tras la apenada mirada empleada por el menor, el pelimenta supo de inmediato su próxima respuesta. Las cosas no habrían salido bien.

—Pues, verás... es por eso que Kris te mandó a llamar.— murmuró aquello último con su cabeza ligeramente hacia abajo. La vergüenza le carcomía por dentro. Había tratado de dar lo mejor de si para no fallar en aquella simple tarea de colocar correctamente una de las trampas en el bosque, sin embargo, por un fallo de cálculo terminó por estropear el asunto donde terminó hiriendo en la pierna a un muchacho llamado Felix.

Definitivamente las cosas pintaban en negro para el menor, nunca lograba hacer bien las cosas. Además, el miedo constante que mantenía tanto a aquellas criaturas del exterior hambrientas por carne humana como a portar un arma, no lograban que su trabajo diera mejoras.

—Joder, Yoohyun...— el pelimenta tomó el puente de su nariz entre sus dedos mientras la mano libre la posaba sobre su cadera, negando de un lado a otro. Mantenía la absurda esperanza de que el menor al menos pudiese realizar esa simple tarea.

—Lo siento mucho...

El pelimenta pudo ver el verdadero arrepentimiento en los ojos de su hermano. No quería que su pesar fuese aún mayor con él regañándole, por lo que optó por lo contrario.

Soltando un suspiro de por medio, guió una de sus manos a la cabeza del menor para desordenar ligeramente sus cabellos, mostrando una sonrisa sumamente tranquila.

—Sé que te esfuerzas en ello, no te preocupes.

El menor se alejó del toque de su hermano, viéndole con absoluta molestia, más no con su mayor sino que consigo mismo.

—Me preocupo, es por culpa mía que Kris te busca...— el menor mordió su labio, reteniendo su impotencia interior—. Si tan sólo fuese alguien útil.

—Oye, no digas eso. Eres un gran aporte para la comunidad.

—No es cierto.— le encaró, sintiendo sus ojos picar—. Al lado tuyo soy nada... Quisiera ser fuerte, audaz... como tú, pero cada vez que me enfrento a esas cosas de ahí afuera...— observó sus propias manos—. No soy capaz de hacer nada. Me paralizo.

Yoongi le vio con lástima, estando cerca de tocar el hombro del menor, sin embargo, aquel se distanció abruptamente.

—¡Deja de hacer eso!— el menor no podía controlar las feroces emociones en su interior. Ni siquiera era capaz de visualizar las puras intenciones de su hermano en querer ofrecerle su ayuda. Estaba cegado por la impotencia—. ¡No lo entiendes!— y se marchó, dejando a Yoongi en la soledad de sus pensamientos, donde luchaba por encontrar una solución a tal situación.

Quería ayudar a su hermano menor, sin embargo, jamás había sido bueno en ello. Siempre actuaba por cuenta propia y arreglaba sus propios problemas. No entendía en lo absoluto aquello denominado como empatía.

Muertos Vivientes ➳ KookV #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora