Capítulo 15

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Después del viaje a Xadia al parecer ya todo había vuelto a la normalidad. El lunes todo parecía normal, las clases habían iniciado y todos los alumnos y profesores habían entrado a sus clases.

Bueno...

Casi todos los profesores.

Viren salía de su Oficina con un rostro más que palido, fue rápidamente al Salón más cercano por su hijo mayor, Soren, quien estaba más que extrañado.

-papá ¿sucede algo?- pregunto el Rubio una vez que salió del salón donde tomaba su clase.

-esperame en mi oficina, iré por tu hermana y hablaremos- dijo Viren sin siquiera mirar a su hijo, para después dirigirse a donde sabía que estaba su hija, mientras que Soren se dirigió a la Oficina de su padre.

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Viren y Claudia entraban a la Oficina, y mientras Claudia tomaba asiento junto a su hermano, Viren cerraba la puerta con llave.

-tenemos un problema- dijo Viren, sentándose frente a sus hijos quienes lo miraron de manera confundida.

-eso está claro, más si nos sacas a mitad de clase ¿que pasó?- preguntó Claudia de manera sería.

-resulta que durante nuestro viaje, nuestro pequeño "huésped" Escapo de su celda

-espera ¿hablas de...?- Soren iba a preguntar, pero Viren lo interrumpió.

-no lo digas en voz alta o alguien podrá descurbirnos

-eso no es posible- dijo Claudia, disminuyendo el tono de su voz- si solo es un...

-¿huevo? Nació poco después de que nos fuimos- explicó Viren de manera seria- no debió ir demasiado lejos, estoy seguro de que esta en la escuela por lo que es su misión encontrarlo

-de acuerdo, pero ¿y si alguien nos ve en los pasillos?- pregunto Soren.

-les daré permiso especial por si cualquier otro profesor les cuestiona que hacen fuera de clase, este asunto es primordial, deben encontrarlo ahora...

Soren y Claudia se miraron con seriedad, en absoluto silencio.

Ambos sabían perfectamente lo que debían hacer.

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Ezran llegaba tarde a clase, todo había sido culpa del tipo ese que le hizo tirar todas sus tartas de gelatina y por si no fuera poco semejante desperdicio, gran parte de su ropa se había manchado. Trataba de borrar esas terribles manchas en el baño, todo iba bastante normal, hasta que escucho un poco de ruido.

Raro.

Más tomando en cuenta que supuestamente estaba solo, pero lo ignoro y siguió en la suyo.

Otra vez ruido, seguido de un pequeño aullido. Sonaba como un animal, el niño dejó de hacer lo que estaba haciendo, para caminar hacia uno de los cubículos con sumo cuidado.

Estaba un poco asustado, pero su curiosidad era más grande que nada, y con la mochila aún en sus hombros dio pasos lentos, abrió la puerta y vio una pequeña bola azul celeste a lado del excusado, parecía estar temblando de miedo.

-hey- dijo Ezran acercándose un poco, entonces esa bola celeste saco su cabeza.

De ojos grandes y azules, una melena desordenada de color blanco y un hocico pequeño como su cuerpo. Era adorable.

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