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Las clases transcurrieron más lento de lo normal para el Agreste. O al menos así lo sintió hasta que vio la hora y se percató de que por fin era hora de regresar a casa.

Guardó rápidamente sus cosas, mientras que uno de sus amigos lo miraba con curiosidad. 

—Vaya, creo que alguien tiene prisa —Comentó un simpático moreno desde su lugar —¿Es que acaso harás una fiesta para celebrar tu mudanza y no me has invitado?

Adrien suspiró, rodando los ojos ante su comentario. 

—Nada de eso, al menos no por ahora —Miro su celular, guardándolo después en el bolsillo trasero de su pantalón —Tengo cosas que hacer, eso es todo.

—Si, bueno... Recuerda que tenemos una fiesta pendiente.

—Lo que digas, nos vemos luego.

Y sin querer aletargar más aquello, se dirigió con prisa fuera del aula, andando en dirección al de su vecina. 

«¿De verdad estoy haciendo todo esto por ella...? Que alguien me mate »

Entretanto, una impaciente Marinette recogía sus cosas del pupitre y las guardaba en su mochila, mismamente tratando la mirada inquisitiva de su mejor amiga.

—¿Ocurre algo, chica? —Preguntó Alya, incorporándose con parsimonia de su asiento de al lado—. Parece que vayas a perder el autobús.

—¿Qu-qué? No, nada de eso. —Contestó con una suave risita—. Es solo que... Quiero llegar a casa y adelantar unas tareas pendientes...

—Ajá... —murmuró nada convencida la morena, analizando el comportamiento de su compañera—. Supongo que está bien, aunque... Aún no me has explicado nada sobre ya sabes quién... —Indicó con una sonrisa pilluela, captando la atención de la azabache—. Me refiero a tu nuevo vecino y la discusión que tuvisteis cuando te llamé.

—Oh-oh, eso... —se puso nerviosa, volviendo a centrarse en sus pertenencias—. No pasó nada, solo fueron cuatro gritos y ya...

Alya la miró con interés, fijándose como después de que su amiga se colgara la mochila, se deshizo la cola que llevaba para dejarse la melena suelta y algo alborotada.

—¿Qué haces? —Titubeó la de gemas ambarinas, viendo a la chica girarse cara a ella.

—Me... ¿Arreglo el pelo? —La morena arqueó una ceja—. Es que pienso que me queda mejor así, y... Tenía frío en el cuello.

«Vale, eso ha sonado a pésima excusa...» 

—Tú estás muy rarita hoy...

Marinette se relamió, sacudiendo la cabeza y sonriendo con indiferencia.

—En fin, ¿nos vamos? —Animó al andar por delante, yendo hacia el pasillo a un paso brioso.

Mientras tanto, Adrien la esperaba en la entrada del campus, justo en el mismo punto en el cual se habían despedido esa mañana. 

Seguía sin entender el porqué se tomaba tantas molestias por una chica tan necia y molesta como ella. Sin embargo, como él mismo lo había externado esa mañana, era algo sin explicación y contra lo cual no podía hacer nada. 

« Bueno... Van dos veces que le salvo el trasero, tal vez sólo es demasiado torpe como para poder cuidarse a sí misma y yo... » 

—Sí, seguro es eso —Se convenció a sí mismo, recargándose contra una pared cercana mientras sacaba su móvil del bolsillo para distraerse un rato al revisar sus redes sociales.

ODIO AMARTE |+18 collab. ft Marichat8989Where stories live. Discover now