ODIO AMARTE |+18 collab. ft Marichat8989

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Era miércoles. Marinette había quedado después de clases con su entonces novio, y ya no odioso vecino, para los preparativos de la fiesta que pensaba hacer en su apartamento el sábado de esa misma semana.

Los pocos días que llevaban de relación estaban yendo bastante bien, por lo que nada hacía pensar que anduvieran por mal camino. Más bien todo lo contrario.

Cuando sonó el timbre indicando el final de la clase, la azabache se apresuró en guardar las cosas en su mochila para así precipitarse hacia la puerta y salir del aula. Eso sí, no llegó muy lejos que su mejor amiga le dio alcance.

—¿Dónde vas con tanta prisa, chica? —Se interesó la morena—. ¿Otra vez con tu noviecito?

—Alya… Emm… N-no, esto...

—Eso es un sí. —Canturreó jactanciosa—. ¿Puedo venir? Tengo ganas de ver a ese peliteñido prepotente... —su compañera la miró con las cejas enarcadas—. ¿Qué? Te recuerdo que hace unos años eras tú quien lo llamaba así...

—Sí... —musitó sin poder negarlo—. Pero ahora es distinto...

—Ahora te lo comes a besos... —indicó en un tono guasón, ganándose una mirada condenatoria por parte de la euroasiática—. Vale, ya lo dejo, pero de verdad quiero verle... Quiero conocer de nuevo al príncipe azul que logró conquistar a mi mejor amiga.

Marinette puso la visita en blanco, riendo por lo bajo.

—Sólo si dejas de soltar tonterías y prometes no pasarte de cotilla. —Advirtió sin detener su andar, doblando una de las esquinas en dirección al vestíbulo.

—Prometido...

Luego de un rato, el joven de rubia cabellera y mirada perdida apareció en el campo de visión de la muchacha, apresurando su andar al encontrar sus gemas con las de ella mientras que una deslumbrante sonrisa decoraba sus labios.

—Princesa... —Susurró al plantarse frente a ella, no percatándose de la prescencia de la chica de lentes —Joder, literalmente estaba contando los minutos para volver a verte —La abrazó por la cintura, acercándola a su cuerpo para robar un dulce beso de sus labios —Tú... ¿Me extrañaste?

—Siempre, Bichito... —se colgó de su cuello, deleitándose del sabor de sus besos a la par que se cernía más a su silueta.

—Vale, esto tengo que inmortalizarlo... —murmuró la morena, sacando el móvil para sacar una foto de la pareja—. Si no lo veo no lo creo...

Ante aquella inesperada sesión fotográfica, Adrien culminó el beso, mirando a su novia con evidente confusión mientras enarcaba una de sus cejas.

—¿Debería de preocuparme por ella?

—Pues no sabría qué decirte...

—¡Oye! —Exclamó la de gemas ambarinas, bajando el artilugio—. Ni que fuera peligrosa...

—Estoy bromeando, Alya. —Añadió su amiga con una leve risita.

—Sí, sí... Lo que tú digas... Princesa.

Adrien sonrió al ver la relación que Marinette tenía con su amiga, abrazándose a ella por la cintura mientras encaraba a la morena. 

—Ahora que lo recuerdo, ustedes dos siempre andaban juntas —Se acarició el mentón en un estado reflexivo —Y tú traías loco a mi amigo Nino.

—¡¿Cómo?! —Las mejillas de la de lentes se encendieron, provocando una pequeña risa en el varón.

—Oh, vamos, eso no es ningún secreto.