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Después de una semana de aparente calma, para Adrien seguía siendo toda una tortura estar sin Marinette. 

El no verla le afectaba sobre manera, sobre todo, el no poder hablar con ella o por lo menos, recibir algún mensaje de su parte. Extrañaba su sonrisa, su aroma, su voz, el perderse en su hermosa mirada y sentir la calidez que su cuerpo desprendía al abrazarla. 

Se sentía incompleto, pero no podía poner sus deseos por encima de los de ella. Marinette necesitaba tiempo para sí misma y él no sería quien arruinaría sus planes.

Esa tarde, luego de que las clases terminaran, evitó entretenerse demasiado con sus amigos. En lugar de eso, se apresuró a un establecimiento de comida rápida, ordenando un par de hamburguesas para después dirigirse a su apartamento. 

—También extraño su comida… —Susurró, presionando el botón del ascensor y, mientras esperaba, sacó su móvil con la esperanza de algún mensaje o llamada perdida por parte de aquella chica de mirada azulada. No fue así.

« Tienes que darle su espacio… ¿Recuerdas? »

Lanzó un pesado suspiro y en cuanto las puertas del ascensor se abrieron frente a él, se dispuso a entrar al mismo. Sin embargo, grande fue su sorpresa al encontrarse cara a cara con aquel par de ojos ámbar que tanto había amado en el pasado, puestos con asombro sobre él.

—¿Kagami…? —Susurró con voz temblorosa, no atreviéndose a dar un solo paso al frente —¿Qué haces aquí?

Ella parpadeó un par de veces, luego acomodando un mechón detrás de su oreja en un gesto coqueto al salir del ascensor.

—Hola, yo… ¿Venía a verte? —Él la contempló extrañado y la joven se apresuró en reaccionar con naturalidad—. Hace días que no sé de ti, y… Bueno… —Se relamió—. Supongo que te echo de menos.

—¿Qué? —Seguía sin entender la extraña actitud de su ex novia, sobre todo después de haberla visto en compañía de Nathaniel aquella noche en el auto cine —Creí haber sido claro contigo aquella vez, mientras más lejos estemos el uno del otro, mucho mejor.

La japonesa suspiró abatida.

—Adrien, yo… Sé que lo que ocurrió la última vez que nos vimos estuvo mal, pero… Ya recapacité y estoy dispuesta a hacer las cosas bien. —Se acercó a él en una actitud conciliadora, tomando una de sus manos—. Solo… ¿Dame una oportunidad?

—¿Oportunidad? ¿Hablas en serio? —Se zafó sutilmente de su agarre, clavando su intensa mirada en la de ella —Kagami, es tarde para nosotros ¿Lo entiendes? —Desvió la mirada, inspirando profundo —Ahora hay otra chica en mi vida y yo… La amo.

La azabache puso los ojos en blanco, tratando no perder los estribos.

—Puedo… Llegar a entender que estés con otra y que puedas sentir cierto afecto por ella. —Esbozó una media sonrisa—. ¿Pero amarla? —Se cruzó de brazos—. ¿Acaso te has olvidado de lo que tú y yo teníamos? ¿De lo que ocurrió cuando terminamos? —Volvió a aproximarse a él sin vacilar—. Estabas destrozado; me llamabas a casi todas horas y ahora… ¿Se acabó? —Negó en silencio—. No puedo creerlo… —Acercó una caricia a una de sus mejillas—. No puedo creer que te toque y ya no sientas nada… —Tragó saliva, apegándose a su cuerpo y reduciendo la distancia entre sus rostros—. Al igual que no puedo creer que ahora mismo no pienses siquiera en lo que sería si yo… Volviera a besarte…

Aquello tomó por sorpresa al rubio, sintiéndose extraño ante la cercanía de la chica. A diferencia de meses antes, aquello no era deseo, ni pasión, mucho menos el intenso amor que alguna vez llegó a sentir por ella, si no, por el contrario, lo que sentía en ese momento era una gran incomodidad.

ODIO AMARTE |+18 collab. ft Marichat8989Where stories live. Discover now