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Le tomó 10 segundos darse cuenta de que no quería perderlo, salió de su apartamento deprisa, y a solo unos pasos estaba Elliot, se acercó y le dijo
"Elliot no, no te vayas... no quiero seguir perdiendo el tiempo, no quiero seguirme preguntando ¿qué pasaría si?, huí de ti porque tenía miedo Elliot, pero no sirve de nada tenerlo, me aleje de ti con el fin de olvidarte y ni el tiempo ni la distancia hicieron o cambiaron nada de lo que siento por ti" .- dijo mientras le sonreía.

"Quédate, por favor..." .- se acercó a Ell y lo abrazo de nuevo.

"Te extrañe bastante Liv".- le dijo mientras la abrazaba y besaba su frente.

"Yo tambien te extrañe muchísimo" .- respondió sincera.

Los días pasaron en Oregon y se sentía bien estar ahí, alejados de todo él caos de NY, siendo personas normales, lejos de casa, durante estos días pasearon por algunos lugares de ahí, disfrutaron la compañia del otro, pronto volverían a NY, a su trabajo y querían disfrutar lo mas que pudieran su estancia aquí.

Era viernes por la noche y habían decidido quedarse en casa viendo películas y disfrutandose él uno al otro. 

"¿Pasa algo?" .-lo cuestionó sonriendo.

"Estoy pensando en lo raro que es estar acá, tan lejos de donde vivimos y lo familiar que se siente contigo" .- le respondió.

"Me alegra que hayas venido" .- reconoció ella.

"Estoy feliz de estar aquí".- le respondió mientras besaba su frente.

"Aunque aún no olvido tu escena de celos con Deán".- comentó haciéndose la enojada.

"¿Cuando?" .- le respondió haciéndose él que no sabía.

"Elliot" .- lo regaño. "El día que llegaste, no te hagas el gracioso" .- le dijo poniendo su cara sería.

"Bueno ha estado pasando mucho tiempo con mi compañera en estos últimos meses" .- le respondió Elliot con él ceño fruncido.

"Y deberías estar agradecido, es un buen amigo" .- le respondió ella.

"¿Solo un buen amigo?" .- pregunto él.

"Sí, un buen amigo" .- respondió Olivia dejándolo claro.

"Bueno pero él no te ve igual, lo pude sentir, además, no quiero a nadie cerca de ti y menos al agente ése" .-le respondió posesivo.

"Elliot no hay nadie más, no funciona con nadie, nunca ha funcionado con nadie, ahora veo que siempre has sido tú" .- respondió Liv sincera teniendo en su cabeza las innumerables veces que ha comparado a sus citas con él.

"¿Y me vas a decir que ese amiguito tuyo no intento nada contigo?" .- pregunto celoso, ante su silencio agrego "Lo ves, tengo o no razón de sentir celos de cualquier imbécil que esta cerca de ti" .- respondió con una sonrisa arrogante.

"Bueno, pero ahora sabes que en mi mente solo estas tú y que solo tú puedes tenerme" .-le respondió, colocándose a horcajadas sobre él viéndolo con un deseo profundo.

Elliot no podía creer que esto estaba pasando, así que no pensó en nada más, su cuerpo reaccionó cuando tuvo a la dueña de sus fantasías encima de él, la había extrañado tanto, así que tomo la cabeza de Liv entre sus manos y comenzó a besarla en los labios, "Eres tan preciosa Olivia" le dijo mientras apuñaba su cabello en su mano, continuaron besándose, luchando por el dominio del otro, algunas veces Olivia tomaba el control del beso, y otras era Elliot él que lo hacía, sus lenguas se sincronizaban tan bien, toda esa tensión entre ellos poco a poco se iba desapareciendo, sus cuerpos, sus bocas y sus manos parecían conocerse a la perfección.

Mientras Elliot devoraba su boca, y acariciaba todo su cuerpo por encima de la ropa, Olivia se mecía encima de él, sintiendo poco a poco como una erección se formaba y se ponía cada vez más dura, no podía creer que iba a tener sexo con Elliot Stabler, su compañero de trabajo, que había viajado hasta aquí, que habían aceptado sus sentimientos y que habían decidido luchar por lo que sentían, Elliot comenzó a dejar besos húmedos a lo largo de su cuello, deteniéndose en ocasiones para succionar y morder en algunos lugares, Olivia se sentía cada vez más mojada y lo único que salía de su boca eran gemidos de placer, de vez en cuando Elliot tomaba su cabello y la miraba a los ojos, Olivia sentía la profundidad de sus ojos azules penetrarla hasta lo más profundo de su alma, este hombre tenía una facilidad de hacer lo que quisiera con ella, se sentía como si en sus manos se derritiera, sentimiento completamente nuevo, porque nunca habían pasado más allá de un abrazo corto, o un apretón de manos, Elliot comenzó a deslizar el zipper de la chamarra que Olivia llevaba puesta dándose cuenta que debajo de esta solo llevaba un sostén negro de encaje, de pronto se sintió endurecerse un poco más, comenzó a besar sus pechos por encima del sostén al tiempo que los apretaba en sus manos, sus pechos eran perfectos, redondos y con el tamaño correcto, no podía negar que más de alguna vez había fantaseado con ellos, aunque siempre se reprendía por esos pensamientos, pero hoy, hoy ella iba a ser completamente suya......

Continuará...

Oregon-BenslerWhere stories live. Discover now