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Vuelvo a darle una mordida a la pieza de pan que tengo en la mano y me deleitó con la grandiosa sensación que este deja en mi paladar. En verdad amo comer lo que hornean los Park, no creo existan mejores panaderos que ellos. Ojala hubiera podido venir desde antes, pero tampoco quería hacer enfadas a mis padres. Estoy seguro que los reyes de Kyrios hubieran tenido de que hablar, aunque a mí no me importa sería cuestión de arruinar los planes de mis padres.

—Señores Park, son los mejores panaderos del mundo. —Suspiro—. Dioses, no sé qué haría sin comer sus panes.

—Ya te comiste cinco. —Jimin se ríe un poco—. Te ves delgado, pero comes como vaca.

—¡Jimin! —Exclama el señor Park—. Por la luna, recuerda que es el príncipe.

—¿Y eso qué? Señor. —Me encojo de hombros—. Soy príncipe, no Dios. Además, Jimin es mi amigo.

—Yoongi no le gustan ese tipos de tratos, señores —interviene Jungkook mientras toma la mano de Jimin—. Prefiere ser tratado con normalidad.

La verdad no me gusta los tratos que recibo por ser de la realeza, son absurdos, sin mencionar que ahora resulta que mis amigos no pueden jugar de forma brusca conmigo simplemente por ser un príncipe. Aunque creo que lo peor es ser un omega, eso me hace ver débil y que mi voz no cuente tanto o al menos es así en otros reinos. He recibido muchos desplantes por parte de varios reyes donde hemos hecho tratados y aunque papá supo como controlar todo, la verdad es que eso me hace enfurecer; ni si quiera puedo ser capaz de defenderme de sus palabras despectivas hacia mi persona, debo esperar a que mi padre diga algo en mi nombre simplemente porque no estamos en nuestro territorio.

—Ya lo intente regañar porque no me deja hacer mi trabajo. —Hoseok hace un puchero—. Se enoja conmigo por pedir que me deje hacer mis labores.

—Es que no veo el punto de querer solucionarme la vida —me quejo.

—Bueno, debe comprender su ma...Yoongi, que no es tan común que alguien de la realeza sea tan humilde. —Sonríe la señora Park—. Es un verdadero honor que usted sea el futuro rey, sin mencionar que sus padres son unos reyes excepcionales, no hay mejor ejemplo que ellos.

Solo soy capaz de sonreír ante lo dicho. No creo ser tan humilde como ella menciona, solo creo que no es necesario que todos tengan que arrodillarse frente a mí por ser príncipe, digo ¿que hecho para recibir eso? ¿Nacer en una cuna de oro? Literal, y eso que mi madre estaba en negación sobre esa cuna, fue la abuela quien insistió que yo la tuviera porque era el bebé mas lindo que había visto; ella creía que era como un angel. Pobre mujer, seguramente era la demencia. No, soy un más que simple chico que tuvo que nacer bajo el apellido Min —uno de la gran realeza—, y ahora tengo que prepararme día y noche para intentar ser un buen líder. Debo esforzarme para no ser una presa fácil, pero eso es lo único que hago. Por mi pueblo no he hecho nada, así que nadie debe arrodillarse ante mí; aún cuando hubiera realizado algo de gran importancia, mi gente jamás debe bajar su cabeza ante mi, después de todo: somos iguales.

—Supongo ya debo de irme, gracias por todas las atenciones, señores Park. —Me levanto de mi asiento—. ¿Cuanto les debo?

—Oh, no es nada.

—¿Nada? Por favor, no quieran regalarme todo lo que me comí y lo que comieron ellos. —Señalo a Jungkook y a Hoseok—. Se esfuerzan demasiado como para estar regalando estas delicias, a menos que sea alguien que lo necesite. —Levanto la pequeña canasta—. Además, me llevo algunas de estas exquisiteces, así que digan cuanto es.

Ellos se rehúsan por otro momento hasta que es Jimin quien me dice el precio de todo. Y aunque sus padres se molestan con él por haberme cobrado no dudo en pagarle, incluso les doy un poco más de lo acordado lo cual ellos no ven bien, hasta Jimin se rehúsa; sin embargo, les digo que es por si en algún  momento llego a venir por algo más.  Ellos siguen negandose, mas solo dejo el dinero y salgo del lugar. Por lo que sé, los Park estaban ahorrando para comprar una casa; quiero ayudarles, pero estoy seguro de que se negaran. Esta es la mejor forma de brindarles mi apoyo. Una vez que estamos fuera de la panadería, les digo a Hoseok y a Jungkook que deberíamos ir a dar una vuelta, ellos aceptan. Antes de que pueda empezar a caminar puedo sentir la mirada de mi primo, al girarme a verlo puedo ver una pequeña sonrisa en sus labios.

Cherry Wine ||| JINSU/TAEGI |||Where stories live. Discover now