Capítulo 35

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El fuego de Vesta comenzó a crecer cada vez más.

— ¡¿Qué está...?! — Remena — ¡¿Qué fue lo que hiciste?!

— ¡Yo no hice nada! — respondió Raksha — ¡Me hablaba del día en el que sellaron al demonio y...!

— Se dejó consumir por el odio... — finalizó Remena.

— ¡Sabías de esto!

— ¡¿Y tú no?! — Repuso — ¡Sabías mejor que cualquiera que es parte humana! ¡Sabes perfectamente de lo que son capaces!

— Yo... — Vesta comenzó a balbucear — los odio...

— ¡¿Esperas un invitación?! — exclamó Raksha — ¡Apaga el fuego!

Remena utilizó su magia para intentar apagar las llamas negras de Vesta. Pero fue inútil, el agua ni siquiera lograba llegar a Vesta a pesar de usar toda su fuerza.

— Ya es tarde... — dijo Remena.

Las hermanas vieron cómo Vesta se cubría de sus propias llamas mientras balbuceaba las mismas palabras una y otra vez.

— Tarde o temprano tenía que pasar... — dijo Remena

— Se dejó consumir por su propia oscuridad... — finalizó Raksha.

— ¿Y ahora qué? — preguntó Ryuka.

— ¿Qué tan malo puede ser un demonio con el poder de una bruja...? — preguntó Raksha con ironía.

— Probablemente sea muy malo... — respondió Remena.

— ¿Qué podemos hacer? — preguntó Ryuka.

Al quedar completamente cubierta por sus propias llamas, Vesta sintió que estaba en un lugar desconocido y oscuro, en dónde no conseguía ver más allá de la punta de su nariz.

— ¿Dónde estoy? — escuchó un risa lejana — ¿Quién eres...?

Soy... Tú... — Comenzó a acercarse — soy esa parte de ti que evitaste dejar salir...

Vesta sintió que alguien se colocaba junto a ella y que parecía estar sosteniendo sus hombros.

Tarde o temprano tenías que dejarme salir...

Qué eres... — intentó apartarse.

Mi querida yo... Yo soy tu oscuridad... — sintió una caricia en su mejilla. — estabas tan sumida en el recuerdo de tu odio, que simplemente me dejaste salir... — la tomó de las manos — Sé exactamente lo que quieres. Yo puedo ayudarte...

— ¿Cómo...?

Mira...

Frente a ella, la cuchilla se hizo visible. El mango parecía estar deteriorado, quemado; y la hoja era completamente negra. Ya no parecía afectarla de ninguna manera.

La bruja tenía razón... Si el mal es más fuerte... Es posible vencer al "bien"...

¿Qué has hecho...?

Con esto salvarás a los demonios... — le ofreció la cuchilla — Solo déjame ayudarte. Déjame salir... — le enseñó a Borja — Podemos liberarlo... A él y a todos...

— Eres un demonio... No puedo dejarte salir...

Soy tu demonio... Tú me creaste. Y quieras o no... Ahora soy parte de ti... — la abrazó.

Raksha y las demás vieron cómo el fuego comenzaba a disiparse. De entre las llamas apareció una joven, alta y delgada, que las miró con una expresión de triunfo mientras dejaba caer la cuchilla rota en varios pedazos.

— Hola tías... — era su voz; pero con un tono arrogante y burlesco.

— Quién eres... — dijo Raksha con seriedad.

— Que pregunta tan estúpida — se burló. — Ahora me odias de verdad ¿no?

— ¡¿En dónde está Vesta?! — exclamó Remena.

— Descansa un momento. Por el momento, yo soy Vesta. — las vio muy sorprendidas — Tranquilas... — sonrió — saldrá cuando me haya encargado de nuestros enemigos...

— ¿Enemigos...?

— Los humanos... — murmuró Ryuka.

— Exactamente... — rió — haré todo lo que... Mi "creadora" es incapaz de hacer. Luego dejaré que siga siendo la tonta de siempre...

— Mientes... — dijo Raksha apretando los puños.

— ¿No confías en mi? No te culpo... — Cocito se acercó. Vesta dejó que subiera a su mano — ¿Listo para volver a casa....?

— ¡Espera! — exclamó intentando alcanzarla.

Raksha intentó detenerla; pero antes de alcanzarla, las llamas negras salieron del suelo y se apagaron de inmediato. Vesta desapareció.

— ¿Dónde...? — Dijo Ryuka, completamente desconcertada.

— Se fue... — dijo Raksha.

— ¡¿Cómo que se fue?! — preguntó Remena. Raksha las miró a ambas.

— Volvió al Bosque de los demonios...

El Bosque De Los Demonios (1)Onde histórias criam vida. Descubra agora