10 años después en el futuro.
En una gran mansión en Italia, se podía ver a 3 niñas y un niño escabulléndose en un cuarto.
-¿No hay nadie cerca?.-Dijo la niña de pelo rosa, y ojos azules, en voz baja.
-No, creo que los Guardianes de Papá está en su descanso.-Murmuró la chica rubia con ojos naranja.
-No hay que confiarse, saben que el Tío Hayato es de muy mal carácter, si nos descubre no mandará con Lal Mirch-Sensei.-Murmuró la Castaña de ojos azules con miedo.
Las niñas empezaron a temblar de miedo a recordar a una silueta oscura con visor rojo y una escopeta.
-¡Natsumi, Rena, Nanami contrólense!.-Exclamó el Niño en voz baja.-Recuerden que Mamá nos pidió que despertemos a papá temprano para que eso.
-Esta bien Natsu.-Dijo Nanami sería.
Los 4 entraron en la habitación sigilosamente, hasta llegar a su objetivo, divisando a un castaño peli punta dormido muy cómodamente, Natsu se quedó en la puerta para vigilar.
-Lo hacemos por mamá.-Dijeron las chicas al unísono.-Ademas papá nos pidió que lo despertamos.-Dijeron las pequeñas, para luego sacaron unos bastones lentamente.
Para luego....
-¡Ehhhh!.-Grito Tsuna al ser despertado a punta de golpes.
-Papá.-Dijeron las niñas con una bella sonrisa.-Buenos días.
-¿Niñas?.-Dijo Tsuna confundido.-Hasta que recordó.-¡Es cierto, es hoy!.-Recordó para rápidamente tomar una caja arma e ir al balcón.
El castaño salto del balcón, para luego en aire dar unas piruetas e activar su Hyper modo y la caja arma.
Dándole un traje instantáneo y luego emprender vuelo.
El castaño voló a toda velocidad hacia perderse en el horizonte, siendo visto por sus hijos que miraron todo con una sonrisa.
-Creo que Mamá y Papá nos darán otro hermano.-Dijo Nanami con una sonrisa.