CAPÍTULO LIX: ISIDORA TORRES

2.5K 187 15
                                    

—¿Tú eres la doctora Echeverría...? —preguntó con una voz débil, digna de alguien que apenas estaba saliendo de un coma. Inmediatamente le acerque un vaso de agua.

—Si, me alegro por fin poder escucharte —respondí, secando los labios una vez que ya había bebido—. Parece que estás impeque...

—Si, no sé muy bien que pasó...

Comencé a contarle todo lo que le había ocurrido porque en realidad, aunque hubieran avisado a sus padres en cuanto había despertado, aún no aparecía ninguno de los dos, ni nadie que la conociera. Despreciables.

—Dos semanas en coma... —dijo Torres—. Nunca más voy a poder dormir —comenzó a reír, tosiendo inmediatamente por el esfuerzo, sacándome una carcajada.

—No te emociones mucho nomás, dormilona —pedí, acomodando la almohada de Isidora—. Ahora, podrías intentar dormir de nuevo, aunque no creo que quieras... También podrías mirar tele... —sugerí, anunciado que ya debía marcharme.

—Podría esperar a que alguien me leyera sobre patologías comunes en urgencia —habló, probando que había escuchado todo lo que le había leído durante su estado de coma, pillándome con la guardia baja—. Creo que podría estudiar medicina...

—¿Te acuerdas de todo, Isidora? —pregunté, sorprendida y tal vez un poco avergonzada cuando vi que me asentía—. Yo... quería que supieras que te estaban acompañando —respondí, sincera.

—Gracias... por todo —dijo Torres, entregándome una sonrisa a la cual correspondí, saliendo de la sala para continuar con mi trabajo.

El despertar de Isidora me había dejado feliz durante todo el día en realidad, incluso había olvidado que estaba muerta de sueño. Quería verla nuevamente en la tarde cuando esté saliendo del trabajo para asegurarme que todo estuviera bien.

Muchos colegas se me habían acercado para felicitarme por mi compromiso con los pacientes y sobre todo con esta paciente en específico, por lo mucho que la había ayudado a pasar el estado de coma. Incluso aparecieron diversas propuestas para que iniciara una investigación sobre estímulos sociales y cognitivos para pacientes en coma y cómo era el impacto en ellos. Honestamente, no estaba en mis planes incluirme en el lado de investigación médica, porque no sentía apropiado hablar desde la experiencia con mis pacientes.

—No sabía lo mucho de menos que se podía extrañar a esta cosa... —escuché a Isi, pegada con el celular que tenía entre sus manos.

—No mires tan fijo esa cosa —regañé, con una risa al final—. Te va a doler la cabeza.

—Si mamá... —bromeó—. ¿Qué tal su día, doctora? —preguntó. ¿Quería saber por mi día?

Le conté un poco sobre mi día, sacándole una que otra risa cuando le hablé de algunos pacientes que habían llegado durante la jornada. También aproveché de contarle un poco sobre lo que había hecho con Olimpia en la mañana, con lo cual me percaté de lo atenta que me observaba y escuchaba.

—Te debes ver preciosa en tu faceta de mamá —soltó de pronto—. Ya sabes, sin bata y con tu hijita en brazos... Aunque de doctora no te ves nada mal —bromeó, poniéndome un poquito nerviosa.

Conversé un poco más con ella, enterándome de que al igual que mi mejor amiga, era arquitecta y que estaría encantada de diseñar mi casa, aunque claramente eso se lo iba a pedir a Andrea. Me extrañó que no comentara nada de su familia o de algún amigo en todo ese rato, aunque era completamente congruente ya que se notaba que en realidad sus relaciones interpersonales no eran muy solas, casi podría jurar que pertenecía a alguna familia superficial que tan solo la tenía como carga económica.

¿Arte? Es amarte (LGBT) (LESBIANAS)Where stories live. Discover now