CAPÍTULO LXXIII: PRONTO

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Cuando Sam me había dicho que pronto tendríamos otro hijo y que ella se encargaría de eso, se refería, según sus propias palabras, a que esperásemos a que termine su especialidad y tuviera el tiempo necesario para poder estar tranquila en la gestación. Había terminado de estudiar hace varios meses y yo lamentaba profundamente estar tan ilusionada con la idea de un nuevo integrante de la familia, sin poder decirle nada porque no quería presionarla para que iniciara el proceso, después de todo, no podía obligarla a tener un bebé.

Exceptuando esa situación que me tenía bastante nerviosa, todo lo demás iba genial. Sam ya se encontraba trabajando en al área de neurología en el mismo hospital de siempre, donde en cuanto finalizó su especialidad, le ofrecieron un puesto inmediatamente, lo cual ella si se esperaba. Por mi parte, todo seguía bien en la universidad, con los mismos horarios y la misma carga de trabajo, aunque hace poco me habían postulado como jefa de la carrera de diseño, lo que sí me atraía, pero no me interesaba del todo, por temas de tiempo y porque seguía muy conforme con mi sueldo.

Olimpia ya se encontraba cursando kinder y era de esperarse que le fuera muy bien. Además, se había adaptado excelentemente dentro de su curso y ya contaba con una amiga tan preciosa como ella, sin embargo, su mejor amigo seguía siendo Sebastián, el hijo de Alonso, que a pesar de ser bastante mayor que ella, la buscaba para todo y la seguía protegiendo como cuando apenas era una guagua.

Sus clases de piano y su crecimiento como artista también estaba siendo de lo mejor. Rubén ya era casi como un tío para ella, lo adoraba y así no los decía siempre y, el mentor correspondía totalmente al sentir de nuestra hija. Casi en cuanto comenzaron las clases, Olimpia comenzó a solicitar más tiempo con él y a aprender todo a velocidad impresionante, digna de sus dotes. Según las evaluaciones de su maestro y otros expertos con los que había solicitado una revisión, estaba al nivel de un estudiante adolescente y así lo había demostrado con su participación en pequeños conciertos que se encargaba de arreglar Rubén.

Esto nos permitió darnos cuenta de que Olimpia no era en absoluto introvertida, es más, era todo lo contrario. Disfrutaba de la gente, de que le conversen y de conversar igualmente, sobre todo de que la hicieran reír, casi igual que Sam, aunque menos mal aún no aprendía a bromear como lo hacía su madre. Además, ya tenía un gran sentido del glamour y la elegancia, lo que muchas veces nos provocaba carcajadas, porque nos pedía ropa similar a la nuestra para sus eventos y que solíamos conseguirle, sin que pierda el sentido de lo que sería acorde a su edad, asistiendo prácticamente uniformadas, como digna familia de mujeres que éramos.

-Hola mamá -saludé a través del teléfono, haciendo la llamada diaria de siempre, para saber cómo estaba Olimpia, que ahora se quedaba en casa por sus clases y era cuidada por mis padres, que viajaban hasta allá para cumplir la misión -¿Cómo están?

-Hola hija -saludó-. Bien, recién llegó Rubencito -contó-. Así que imagínate cuanto rato falta para que termine la clase -rió.

-Si... Por lo menos hoy llego mas temprano -avisé-. Tienen feriado por no sé qué, ni idea -conté.

-Voy a hacer algo rico para que comamos -escuché a mi mamá, que amaba cocinarnos cada vez que podía-. Ah, verdad po, adivina...

-¿Qué pasó? -pregunté interesada.

-Vas a tener que reponer una de tus plantas -avisó, riendo-. El Quijote te botó una en el patio, tu sabes que le da su locura de repente.

Al perro que le habíamos regalado para la inauguración de la casa a nuestra hija, le habíamos colocado Quijote, Quijote de la Mancha para ser más precisa, claramente porque el nombre hacía referencia al montón de pintas que tenía en todo el cuerpo, muy creativo. Era todo lo contrario al Dalí, que ya estaba viejito y se la pasaba durmiendo, como siempre. Quijote parecía un cachorro aún cuando ya era adulto y arrasaba con todo, ya era como la tercera o cuarta planta que tenía que reponer por su culpa.

¿Arte? Es amarte (LGBT) (LESBIANAS)Where stories live. Discover now