『 Heridas 』

73 7 2
                                    

▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃

« Transgénero »
« Término usado para las personas cuyas
identidades de género son distintas al sexo
al que se les asignó al nacer. »

▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃

—¡Mina!

La mirada de Eijiro parece resplandecer al reconocer la piel rosada. Sólo atina a incorporarse tan rápido cómo puede, le daba igual que su cuerpo aún estaba sin recuperarse, la presencia de su mejor amiga lo animaba de inmediato.

Eran pocas las veces en que ella venía, normalmente, el punto de reunión siempre era en la casa de Kaminari. No importaba. Él sólo responde con esa sonrisa particular, dentuda, incluso si su cuerpo dolía, no importaba, Mina había venido a verlo. —Dios, me agarraste de sorpresa, no me dijiste que vendrías a buscarme, deja que en unos segundos me vista y así vamos a clase.

No es que estuviera riendo cómo siempre solía hacerlo, por no decir que ni siquiera hacía el intento de sonreír, o soltar esos chistes tontos que salían de improviso, típicos en ella. Ella mueve los dedos cómo vago intento de saludo, su mochila descansa a las orillas de su cama, y Kirishima puede suponer que quizás estaba demasiado cansada para algo.

Pero sus nervios comienzan a crisparse cuando ella no despega los ojos de un punto fijo, parecido al estado en el que se encontraba cuando estaban en un examen. 

Antes de pensar en preguntar, su compañera habla por primera vez:

—Faltaste el lunes. – Es su primera frase, ningún 'hola' o cualquier saludo escandalosamente alegre cómo lo hacía por lo general, pues Mina no lo encontraba necesario ese día. Él alza las cejas. Comienza a sospechar de algo, pero no está seguro. Y ella puede darse cuenta de cómo las rodillas se tensan sólo por unos instantes, pero puede mantenerse en pie.

—Ah, sí. Lo siento por no ir con ustedes el sábado, pero me atrapó una gripe de las grandes, falté el lunes por lo mismo. Creí que se los había dicho por mensaje, ¿no leíste?

Mina asiente. Eijiro traga fuerte, pero se mantiene implacable. —Lo he leído. Es por eso que vine aquí, quería ver si estabas bien. – Parece relajarse, así que eso era, se revuelve en las sábanas sin mostrarse por completo. —Pero al parecer te sientes mucho mejor, ¿no? 

Kirishima mira el reloj de su velador, ocho minutos antes de que iniciara la próxima clase. Siente la necesidad de no darle tantas vueltas al asunto, una sonrisa forzosa se dibuja en su rostro mientras que Ashido se cruza de brazos. Y no puede evitar preguntar:

 —Vamos, sólo fueron unos cuantos días, ¿me vas a decir por qué traes esa cara? Anda, vamos a clase, llegaremos...

—No. No iremos. Hasta que dejes de mentirme.

Entonces lo entiende, aprieta sus dientes reteniendo el aire y retrocede en su cama. Niega al principio pero la oscuridad se traspasa en los ojos de Mina lo que le hace inevitablemente sentirse expuesto. Lo sabe. Sabe lo que sucedió. Traga fuerte antes de poderla mirarla bien, el pelirrojo no sabe cómo sentirse cuando puede comprender que se acababa de enterar.

Las luz solar se traspasa por las dos cortinas y aún así el cuarto se siente terriblemente pequeño para ambos. Se mantienen a ratos en silencio. Tres minutos en los que Eijiro dificilmente formula palabras que no terminan de ser coherentes, sabe que Ashido es increíblemente emocional, y casi desearía verla romper a llorar ahí mismo, gritarle y gritarle, quiere escucharla indignarse con él. Sin embargo, ella se mantiene de espaldas, inmóvil, Kirishima no puede adivinar que aún se halla procesando todo lo que ocurrió.

❝ Valiente ❞Where stories live. Discover now