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Jinyoung entró a paso lento al consultorio de su mejor amigo, lo vio sentado detrás de su propio escritorio simplemente rodando con esa silla cómoda de el lugar. Cuando el mayor escuchó al menor entrar giró sobre la misma silla para verlo mientras este le mostró su mejor sonrisa de apoyo. Jaebeom rió mientras se levantó de allí, se acercó a su amigo sosteniéndolo de los hombros y después le sonrió levemente.

—No te preocupes por mi -pidió el mayor para soltarlo y seguir empacando sus pertenencias en una caja de cartón enorme que le habían brindado.

Él regañó que esperaba recibir por parte de él director y directivos no fue como lo imagino, pero no fue tampoco algo leve. Por lo que entendió ya no podría ejercer más su carrera en una comunidad escolar. Así que debería volver a trabajar en los hospitales como desde un principio.

—¿Que no me preocupe por ti? -soltó el menor casi escupiendo las palabras. —¿Acaso crees que estaré como si nada sabiendo que corrieron a mi mejor amigo? -se jaló su cabello con suavidad, comenzaba a sentirse harto de lo muy positivo que su amigo estaba tomando el tema.

—No es para tanto JinYoung -volteó su mirada hacia el, notando como su amigo tenía los ojos llorosos. Se acercó a él nuevamente volviendo a dejar a mitad lo que hacía con la caja de cartón y lo envolvió en un fuerte abrazo. El menor se dejó ser mientras trataba de no llorar, pero le sería imposible con el hecho de pensar que ya no vería a diario a su mejor amigo haciendo su trabajo y aveces bromeando con cualquier estupidez.

—¿Como ocurrió? -preguntó el menor con suma interés.

Jaebeom rió alejándose suavemente del agarre de su menor recordando el momento exacto en que los cacharon.

...

—¿Que demonios está pasando? -espetó el profesor anciano de geografía en shock viendo la escena donde un alumno y su médico se besaban más que apasionadamente.

Los chicos se separaron de golpe al escuchar esa familiar voz, Youngjae estaba en trance con tan solo pensar lo que ahora les ocurriría a los dos. Pero no sintió miedo en ese instante ya que la mano de JB sostuvo la suya con suavidad apretándola como para demostrarle que no lo dejaría solo en ningún momento y fue lo que su mirada también le demostró.

...

Al menor lo habían expulsado ese mismo día, mientras que le habían mandado a llamar a su familia para que se presentara allí por papeleos y cosas de ese tipo. Posiblemente sería mucho más difícil para el menor continuar con su vida, ya que solo faltaban menos de dos meses para que fuera su graduación y ahora al parecer no podría graduarse y tendría que repetir su último año.

—¿Que pasará entre ustedes dos? -preguntó el menor con curiosidad ya que lo peor que llegaba a pensar era que los padres del menor lo metieran a algún internado para alejarlo del lado de su mejor amigo y eso sería algo que destrozaría el corazón de su mayor, así que no quería ni imaginarse algo así.

—Me haré cargo yo mismo de Youngjae -le contó mientras continuaba guardando cosas en la inmensa caja.

JinYoung ladeó la cabeza con confusión, en realidad no había entendido lo que su amigo le estaba diciendo. —¿Como así? -preguntó.

—Youngjae no tiene familia, vivía en un orfanato hasta ayer que decidieron dejarlo sin hogar por su "indebido" comportamiento -mencionó el mayor recordando cómo habían mirado a su menor en esa sala llena de maestros. Lo despreciaron realmente feo, se notaba en sus expresiones lo mucho que ellos dos les asqueaban de tan solo el hecho de encontrarlos besándose. Jaebeom en realidad estaba harto de el comportamiento de la sociedad, solo quería amar sin ser juzgado.

JinYoung abrió los ojos de par en par después de escuchar la información que su amigo le brindaba. —Eso es una pena -admitió el menor cabizbajo. Jamás pensó que Choi Youngjae, un chico tan dulce, inteligente y amable no tuviera una familia para haberlo criado de esa forma tan hermosa como era el chico. —¿Terminará la preparatoria? -preguntó el menor, enserio esperaba recibir una respuesta afirmativa ya que el futuro del menor dependía si terminaba o no este año la preparatoria.

Jaebeom sonrió al recordar todo lo que él mismo tuvo que hacer para que le dieran una última oportunidad al menor de dejarlo terminar su último año allí. Al principio no se sintió nada bien rogando frente a esos ancianos homofóbicos de la junta escolar, pero lo hizo nada más por el futuro del chico del cual estaba más que interesado. —No sabes todo lo que hice para que no lo terminaran expulsando -contó el mayor para cargar en sus brazos la enorme caja.

—Eres increible hyung, no sé cómo hubiera reaccionado yo si me hubiera ocurrido lo mismo -admitió el menor de los dos mientras su piel se erizó de tan solo pensarlo.

—No será tan complicado para ti si se llegan a enterar ya que Mark hyung y tu son dos adultos que saben lo que hacen -respondió mientras veía el lugar donde había estado trabajando casi tres perfectos años, recordó el momento exacto en que Choi Youngjae entró por la puerta de la enfermería casi llorando después de haberse lastimado el tobillo. Como en ese momento JB era el nuevo médico en ese tiempo el menor se sorprendió al instante en que lo vio frente a él, se limpió las lágrimas de golpe con el dorso de sus manos para tratar de alejarse saltando en un pie antes de que lo viera más tiempo haciendo el ridiculo. Pero el mayor no lo dejó ir sino después de que lo trató y ayudó para que no se hiciera más grave de lo que ya era. —Para los que será difícil confirmar su relación será para Wang y Kunpimook -soltó el mayor suspirando después de acariciar su escritorio. Los recuerdos bonitos que había vivido dentro de esas cuatro paredes simplemente serían inolvidables. Pero no le dolía en lo más mínimo, lo hacían sentirse fuerte y seguro de sí mismo. Además la felicidad que estaba en su interior era inmensa al recordar cuando Youngjae aceptó dejarse ayudar por el, ahora comenzarían una nueva etapa en sus vidas viviendo juntos y pasando la mayor parte de sus días y noches juntos. Algo con lo que esos dos ya habían imaginado desde hace tiempo.

...

—¿¡Como los encontraron!? -preguntó el menor histérico mientras caminaba de un lado a otro por el despacho del mayor en donde este se encontraba sentado encima de su escritorio con los brazos cruzados mirando a cualquier lado.

—Solo pasó Bam -contó el mayor tratando de pensar en cualquier otra cosa que no fuera eso. Además que no podía dejar de pensar en lo que habían mencionado en la junta directiva que tuvieron con todos los profesores después de enterarse de lo de el médico Jaebeom.

—Habrá más seguridad y vigilancia desde ahora, ya que no podemos estar seguros de saber si no hay más relaciones entre alumnos y profesores o no las hay -esas palabras seguían yendo y viniendo por la mente del hongkonés.

El mayor que estaba cabizbajo tratando de dejar de pensar en lo peor alzó su mirada de golpe cuando escuchó al menor sollozar y sorber su nariz. Vio cómo las lágrimas salían a mares de los ojos de su pequeño que se encontraba cabizbajo. Se levantó rápidamente del escritorio, lo envolvió en sus brazos para reconfortarlo mientras este lloraba a mares reposando su cabeza en el pecho del mayor. —Tengo miedo -logró pronunciar entrecortadamente el menor.

Wang acariciaba su cabeza con suavidad. —Nada de lo que pueda ocurrirnos logrará alejarnos -aseguró el mayor y después le dio un corto beso en la cabeza. Bambam se sintió con seguridad al estar allí en brazos de su novio.

—Promételo -pidió el menor alzando su mirada del pecho del mayor para mirarse fijamente a los ojos con el hongkonés.

Jackson le sonrió dulcemente mientras acariciaba su mejilla con suavidad. —Lo prometo pequeño -volvió a asegurarle y después le depositó un corto y suave beso en los labios mientras limpió las lágrimas que recorrían por sus mejillas.

𝘼𝙥𝙥𝙡𝙚 𝙒𝙖𝙩𝙘𝙝; 𝙅𝙖𝙘𝙠𝙗𝙖𝙢.Where stories live. Discover now