Capítulo 9: ¿Amigos?

670 94 2
                                    


Cuando salí de mi casa me detuve de improvisto al ver que Derek y Laura estaban de pie en el muelle hablando, con intensidad, y por la expresión que mantenían en sus rostros no de algo muy agradable.

Cuando mi hermano negó y se alejó de ella me moví fuera de su camino. Pasó a mi lado pisando fuerte y sin mirarme si quiera. Luego de unos segundos escuché pasos y giré mi rostro para ver a Laura a un metro de mí.

—¿Qué le pasa a mi hermano? —le pregunté.

Ella arrugó su frente y negó un poco.

—Cosas —dijo como si eso explicara todo.

Esperé a ver si eso de cosas continuaba con una explicación más detallada, pero no fue así.

—¿Y qué cosas? —insistí.

Se encogió de hombros.

—Eso es un asunto de él, si quieres saber pregúntale tú mismo.

—No va a valer la pena —arrugó su frente—, no me lo dirá —le expliqué.

—Es tu hermano.

Sonreí un poco al ver que estaba confundida.

—Y, eso no asegura que confíe en mí.

Siguió con su frente fruncida, la imité un segundo.

—Pero confía en ti —alzó una ceja —y eso que no eres de la familia.

—¿Tu confías en él? —me preguntó sorprendiéndome, como no dije nada volteó sus ojos—, ya veo.

Luego de unos segundos suspiró.

—Nos vemos —se despidió y comenzó a alejarse.

—Hey —la detuve agarrándola de su hombro, me miró enseguida —¿es muy grave? —le pregunté, apunté la casa con mi mano —lo de Derek.

Sí, yo era un idiota con mi hermano menor, pero no un completo idiota.

Abrió y cerró su boca.

—Según yo, no, pero según él, sí —volvió a suspirar —insisto, es mejor que le preguntes si quieres saber, yo no voy a decírtelo.

Ahora yo suspiré. Derek nunca habla conmigo sobre sus cosas, no iba a comenzar ahora.

—Debo irme —le escuché decir y la miré, alcé una ceja.

—¿Tan aburrido soy?

Me miró divertida.

—No...lo sé —terminó por decir, sonreí —pero tengo que trabajar.

Apunté, de nuevo, mi casa.

—No se supone que trabajas aquí.

Asintió.

—Sí, pero tengo que comprar algunas cosas —saco un papel de su pantalón para mostrármelo —así que si quiero terminar hoy debo irme.

—¿Son muchas cosas?

—Podríamos decir que sí.

—¿Quieres que te acompañe? —alzó una ceja.

—¿Por qué querrías acompañarme?

—Por si no lo has notado puedo manejar y no tengo nada mejor que hacer.

—¿Quieres ser mi chofer? —arrugó su frente—, creo que ver televisión es más divertido.

—En serio chica, si no quieres mi compañía dilo, pero no te des tantas vueltas.

Suspiró y pasó una de sus manos por su cabello mostrándome su cuello un poco.

Un Sorprendente VeranoWhere stories live. Discover now