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Comencé a acercarme ligeramente necesitando incitar el momento y él volteó la cabeza hacia el techo como si no se hubiera dado cuenta de que cada maldito musculo de mi cuerpo se moría de ganas de besarlo.

Joder, estaba muy segura de que casi tenía tatuado en la frente “Bésame ahora Austin y hazme tuya si no es mucho pedir”.

Aclaré mi garganta mirando al techo otra vez sintiéndome patética, tal vez no le gustaba de la misma forma, a lo mejor le gustaba alguna chica de su época, él podía salir y ver el mundo, en cambio yo, solo lo tenía a él y me alegraba de que fuera él, era como una descripción de uno de los muchos libros que leí.

—No sé mucho de tu vida —dijo Austin ajeno a mi guerra interna—. ¿Qué me dices de ti? ¿te la llevas bien con tus padres?

Claro, como no, son los padres del año.

—Mi padre es doctor y casi nunca está en casa —dije—, mi madre es una drogadicta que jamás se ocupó de mí, precisamente hoy salió de rehabilitación, ni siquiera me acerqué a saludarla cuando llegó a la casa, ella es una decepción.

Austin pareció pensar mucho las palabras que le dije, permanecimos bastante tiempo en silencio, hasta que finalmente dijo:

—Debes darle una segunda oportunidad —volteó a mirarme—, si salió de rehabilitación, era porque realmente quería curarse, ¿cómo puedes decir que crees en mí si no crees en tu propia madre?

Abrí la boca y la cerré al no tener argumento, debía parecer un pez dando bocanadas, no quería decirle del momento en el que intentó apuñalarme, quería seriamente olvidar ese capítulo de mi vida.

—Es difícil perdonarla... —murmuré, sin embargo Austin me interrumpió diciendo:

—Debes hacerlo, yo creo en ti —cuando voltee a verlo, él me ofreció una sonrisa y por muchas ganas que tenía de volver a besarlo, me resistí ligeramente sintiendo mis mejillas cubrirse con un intenso sonrojo.

—Está bien, eso haré —me dejé caer sobre su pecho sin importarme que estuviera invadiendo su espacio personal, él dudó por un momento pero luego me envolvió con su brazo ligeramente y me permití cerrar los ojos disfrutando de su compañía.

Y de repente se esfumó dejándome sola sobre la sábana.

Me incorporé ligeramente observando que no había rastro del chico que ahora atormentaba mi sentido común, llenándome de valor me levanté y caminé hacia las escaleras para hablar con el monstruo que intentó asesinarme una vez; mi madre.

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★*★
Chan, chan, chan, ¿por que su madre quería asesinarla? Descubrelo en el siguiente capítulo♥ recuerda votar para seguir actualizando♥
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Mucho love

Él está en el sótano [Completo]Where stories live. Discover now