Capítulo 21

86 8 0
                                    


Después de que le conté todo a Alonso todo lo que pasó en mi casa durante el secuestro, nos quedamos callados, por supuesto no le dije nada sobre Kari y yo, no le conté sobre los besos, ni sobre nuestras conversaciones, solo le conté lo indispensable.

—Dices que solo se despedían –dijo de pronto Alonso.

— ¿Qué?

—Esta mañana ¿solo estaban despidiéndose? –no puede ser seguía con eso.

—Sí, era un beso de despedida y no sé por qué te respondo, eso no es de tu incumbencia.

—Bueno, en mis tiempos las despedidas eran más sutiles –rodé los ojos.

—No sabía cuándo volvería a verla ¡no sé nada de ella! Deja de juzgarme ¡de juzgarla! –Alonso para mi sorpresa se rio.

—Estás enojado porque te descubrí ¿cierto?

—No, de todas formas te ibas a enterar.

—No, me refiero a que estás enojado porque te descubrí con ella a mitad de un beso, si es que se le puede llamar así –gruñí.

—No se suponía que entraras a mi casa, además fuiste mi tutor y el amigo de mi papá, es casi como si él me hubiera descubierto con las manos en la masa –agregado al hecho de que en ese momento solo quería mirarla yo, nadie más, me sentía posesivo y poderoso al descubrir todo lo que podía hacerla sentir.

— ¿Estás celoso? –Alonso volvió a reír – ¿celoso porque la vi?

Claro que sí y si no se callaba mi puño iba a terminar en su cara, porque empezaba a fastidiarme.

—Ya te dije, no se suponía que vieras nada –dije con voz dura, estaba portándose peor que Miguel.

—Bueno por si te interesa, no vi nada, solo al entrar escuché ruidos en la sala, fui hacía allá y te vi en el sillón, ya me habías dicho que tenías novia, no tardé tanto en entender que no quería ver eso, claro hasta que vi quien era la novia.

—Ya, por favor –le supliqué.

—Ja, la verdad te lo mereces.

— ¿Qué es lo que se merece, abogado? –miré la puerta y vi al hombre al que antes le había contado todo.

—Detective, nada sobre el caso... algo personal –le dijo Alonso tranquilo, me puse de pie y me acerqué a ellos

—Claro –dijo el detective pasándome la silla en la que había estado sentado.

—Me senté junto a Alonso y el detective se quedó de pie mirándome fijamente.

—Dijiste que habías hecho esto para vengar a tu padre.

—Sí –el detective parpadeo y espero, no entendía que quería que dijera.

—El caso de asesinato de su padre formaba parte de los archivos que encontraron en el fraude policial –dijo Alonso al detective.

— ¿El del accidente del auto? –preguntó el detective.

—Que resultó no ser accidente, Jorge Ruano lo hizo y supuse que si le quitaba a su hija, sufriría como yo –el detective asintió cuando dije esto.

— ¿Cómo te diste cuenta de que Tyler quería violar a Karissa?

—No lo sabía, sabía que había algo mal con el sujeto, no pestañeo en entregarme a su novia, decía cosas tan fríamente que daba miedo, pero no supe que tramaba hasta que pasó.

— ¿cómo pasó?

—Tyler dijo que no había podido dormir así que subió supuestamente a dormir, pero después de un rato escuché gritar a Karissa. Entré al baño y lo vi sobre ella, lo jalé del cuello de su playera estampándolo contra la pared, luego lo golpeé en el rostro y lo saqué del baño; él pensó que lo golpeaba porque la quería para mí solo, yo nunca le quise hacer daño de ningún modo así que esto me enojó, le paté la entrepierna, le pagué lo que le debía por llevármela a mi casa y lo saqué de mi casa.

Mi VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora