Cap. 12: Confundidos y asustados

82 17 3
                                    

Cap. 12: Confundidos y asustados

Comprendo... la sonrisa en tu rostro quema alegremente mis pupilas.

Mi suspiro al aire... comienza a asfixiarme tu presencia, otra vez.

¡Escucha! lamente decirlo... me siento seguro oculto de ti.

Donde mí árbol maravilloso brilla... sin tu presencia.

Donde aprendo a mirar hacia el sol, sin cegarme.

Comprendo... donde me libero de tu culpa.

.*.

Un día repente lluvioso, una época poco usual para acoger algo más grande que una pequeña lluvia, no le importó, no tenía ni el mínimo interés en retirarse del lugar, Wei Tzu estaba confundido, se sentía extraño, quería alejar de ese sentimiento, necesitaba volver a ser el Wei de antes y no estar tan confundido.

.*.

Ling tardo poco más en volver , las enormes puertas se abrieron al estar en frente de su palacio, cruzaron la entrada, a unos metros estaban esas enormes escaleras que daban a la puerta de la construcción, el andar de los animales ya más lento, el piso adornado con materiales perfectamente cortados, cruzaron el lugar, los caballos pararon y el hombre dio la indicación al emperador, fue abierta la puerta, Ling lo no notó, como siempre sólo las personas necesarias para recibirle se presentaban, para abrigarlo de la lluvia dos mujeres estiraron sus manos con curiosos utensilios, sin decir nada, le guiaron hasta la entrada del palacio, y hasta ahí llegaron las mujeres que le cubrían, una fémina más se acercó a él con una reverencia al mismo tiempo que tres mujeres, con el suaves telas le cubrían y le secaban, la chica inclinada se puso de pie, Ling, acostumbrado, siguió caminado, subió más escaleras hasta llegar a la agitación que el pertenecía.

Ahí ya más mujeres le esperaban, con paños y prendas completamente secas, ni siquiera hizo el intento para entrar a su habitación, la presencia de esas chicas indicaba que tenía que darse un baño para no enfermar.

.*.

Intentó cruzar hacia el otro lado, no, no, nada funciono, eso sólo quería decir que.

— Sólo dos oportunidades Yi

— ¿Cómo se supone que descubra el verdadero? — Reclamó la maldición sin titubeo.

— Con intuición, sigue tus instintos

— Por favor... ya basta —

— No te rebajes a tal grado de suplicar, has dos intentos más — Yi se viró para mirar fijamente a Qin~he, este se sorprendió al ver los ojos del ahora rubio, sus ojos su rostro, cada día perdía más y más de la esencia de Wei que había logrado capturar, cada día adoptaba la forma del verdadero Yi — Yi ¿Quieres que te muestre algo?

.*.

Ling salió rumbo a la habitación de Wei con esa sensación que te deja un baño caliente después de la lluvia, trató de dibujar una sonrisa en su rostro, porque el castaño se lo había pedido, sin avisar siquiera se adentró a la habitación, pero no encontró lo que buscaba.

Corrió hacía la parte baja del palacio, en el centro del lugar había dos marcos sin puertas a los costados... una de ellas daba hacia la entrada principal, la otra hacia los jardines, dudo que con esa lluvia estuviese ahí pero, nada perdía al buscar en ese lugar.

Placeres del melocotón mordido • FINALIZADO |BL|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora