¿Sugar daddy? ~TaeGi~

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Yoongi se sintió mas tranquilo luego de conversar junto a Taehyung sobre las telas, el menor escuchaba con atención cada palabra. Fue extraño y emocionante para ambos, el trabajar esto juntos. Ambos saliendo de su zona de confort pero encontrando algo sumamente agradable.

Yoongi solicito a la asistente de su hermana que llevara el libro a su oficina y que se mantuviera pendiente en el escritorio de su secretaria por si él llegaba a necesitarlas. Estaba un tanto nervioso, jamas se había encargado de hacer aquello y esperaba que las chicas pudieran guiarlo aunque fuera un poco.

El libro contenía todos y cada uno de sus diseños ya enmicados y protegidos de daños, ademas mantenía anotaciones completas sobre las ideas sobre color, textura y accesorios posibles, por lo que era una gran guía y referencia de trabajo.

Yoongi se sorprendió al ver como varios de los puntos de vista de Tae y sugerencias coincidían con los que él mismo tenia o los que Jungkook y Yoonji habían anotado en sus diseños. Comenzaba a ganar confianza al saber que su acompañante miraba con aprobación cada sugerencia que él hacia, por lo que no dudo en llamar a las chicas asistentes de ambos Min para tener mas ideas y opiniones al respecto.

No negaba que en ocasiones habían algunos puntos en los que ninguno coincidía por lo que Moonbyul se encargo de llamar a almacén y pedir algunas prendas de colecciones pasadas solo para hacer referencia entre cortes, texturas y colores. Realmente ninguno se asemejaba a la nueva colección pero servían como una buena referencia.

Paso las siguientes horas con Taehyung, Lisa y Moonbyul seleccionando y descartando telas, incluso Kyungsoo y su pareja, Jongin, se unieron a ellos para tomar café y donas después  del horario laboral. Yoongi aun tenia mucho que hacer y Tae estaba a su lado.

Por un momento se olvido que aquel chico estaba con él por dinero, no parecía que fuera así. Tae le tomaba de la mano de vez en vez, lo atraía hacia él, lo abrazaba y le colocaba prendas con la intención de saber como lucirían estas en el cuerpo de alguien mas. Yoongi estaba disfrutado de la velada como nunca antes.

- Creo que eso es todo - hablo el mayor luego de algunas horas encerrados en su oficina, eran casi las diez de la noche y  se suponía que su jornada terminaba a las seis. Se sentía todo un tirano por haber utilizado así el tiempo de los demás.

- ¿Esta seguro?  Podemos seguir si es necesario - aseguro Moonbyul con una sonrisa.

Era la primera vez que trabajaba con el hermano de su jefa y realmente fue una experiencia agradable.

Y no solo para ella, por primera vez en el tiempo que llevaba trabajando para Yoongi se encontró siendo mas útil que en los meses pasados. Jamas había pasado de ordenar su agenda, pasar llamadas, entregar documentos, servir café y pedir comida. realmente sintió que había sido un día provechoso y productivo para todos.

- Estoy seguro, pueden irse ahora. Yo aun tengo unas pequeñas cosas que concluir - comento el mayor mientras miraba de reojo como su acompañante estaba concentrado en la lectura del tema de su ensayo. Se veía frustrado, se tallaba los ojos de tanto en tanto y mordía con saña un lápiz que saco de su mochila.

- Puedo quedarme si necesita ayuda - añadió Lisa con una sonrisa. Realmente quería permanecer con Min, era un gran jefe y era la primera vez que lo veía tan decidido y emocionado por su trabajo mas allá de diseñar prendas que no tardo en sentirse contagiada por su animo.

- Descuida, podemos con esto. Nos vemos mañana y, Jongin, fue un placer verte de nuevo - el pálido se acerco a estrechar la mano del moreno con una sonrisa.

Realmente habían sido muy pocas las veces que habían coincidido, el moreno era fotógrafo por lo que se habían cruzado alguna ocasión en eventos de moda y algún que otro evento de la compañía para sus empleados pero lo recordaba, se le figuraba un buen hombre.

- El placer a sido todo mío, espero haber sido de ayuda.

- Lo fuiste, gracias por el apoyo - para Min no fue menos importante el punto de vista del fotógrafo, su trabajo dejaba ver arte donde las prendas estaban, los colores  y la textura visual de las prendas era su fuerte por lo que se sintió tan seguro de sus opiniones como lo hizo con el resto de sus acompañantes - déjame tu numero, te pondré en la lista de fotógrafos para la presentación del catalogo - pidió el mayor.

Jongin no pudo reprimir la enorme sonrisa en su rostro, la verdad sea dicha, trabajar para Min era una gran oportunidad. Alguna vez Kyungsoo le hablo sobre recomendarlo con Min pero él se negó, quería que Min mismo apreciara su trabajo y le ofertara por voluntad y gusto hacia lo que hacia, saber que lo había logrado sin la intervención de su pareja hacia que sintiera que había pegado al premio de la lotería.

- Gracias señor Min.

- Llámame Yoongi - pidió recibiendo la tarjeta del contrario.

Poco después los demás se fueron dejando solo a Min y a Tae, el menor trataba de comprender la lectura pero cada palabra salia de su mente apenas terminaba de leerla, estaba realmente cansado de ello.

- Con el ceño fruncido te vez mas viejo que yo - comento Yoongi sentándose en las piernas del menor.

Tae cerro su portátil y dejo caer el lápiz para colocar sus manos sobre las caderas de su baby.

- No eres viejo, apenas me llevas como diez años.

Tae enterró su nariz en el cuello contrario embriagándose de su aroma, para el olía a bebé, ¿era eso posible?

- ¿Que te tiene tan tenso? - pregunto Yoongi mientras buscaba la forma de sentarse a horcajadas sobre el menor.

- Entiendo una mierda de esto y tengo muy poco tiempo para entregarlo.

- Relájate, después te ayudo con ello...

-No, no puedo pedirte que lo hagas.

- No me lo estas pidiendo, yo lo estoy ofreciendo.

- No puedo aceptarlo...

- Debes hacerlo, ya me ayudaste en esto, es momento de que yo te ayude - Yoongi se veía tierno haciendo ese puchero con sus labios, Tae no podía resistirse a ello ni al brillo inocente en sus ojos. Se relamió sus labios y suspiro, el mayor podía volverlo loco si quería... ¡Y ni siquiera había pasado una semana!

- Va... vale.

 - Ahora relájate - Yoongi ya se había acomodado en las piernas contrarias para comenzar a masajear un poco los hombros tensos del menor, este cerro sus ojos al sentir la presión de aquellos largos dedos sobre su piel. 

Yoongi miraba maravillado las mejillas del menor, sus parpados, sus pestañas, sus labios... Sin poderse contener ni detenerse a pensar, se acerco a ellos uniéndolos con los suyos en un delicado beso que fue correspondido con la morena mano del contrario aferrándose a su cuello.

Kyungsoo, quien había regresado luego de darse cuenta de que había olvidado sus llaves en el escritorio, se detuvo al ver aquella escena.

 No comprendía muy bien las cosas y con esta imagen lo hacia menos.