¡Oni-chan!

10

Final.

tiempo después.

La relación de Viktor y Horacio fue algo que revolucionó a todos, desde la vez que llegaron de la mano a comisario fueron "tendencia" en la ciudad. Para su suerte nunca recibieron odio o algún comentario negativo sobre su relación, al contrario, la gente parecia estar incluso más emocionados que ellos porque finalmente eran pareja.

Ambos se sentían muy a gusto estando juntos, llevaban ya unos cinco meses saliendo y su relación había sido una jodida montaña rusa. No eran mucho de pelear o tratarse mal pero cuando peleaban siempre solía ser por alguna cosa tonta y Horacio mantenía el orgullo que Conway le había enseñado a tener, por lo que Viktor solía ir a pedir disculpas y como ofrenda de paz llevaba consigo un plato de fruta cortada en pedazos, ambos hablaban sobre lo sucedido y luego de arreglar la situación se daban mimos y solían mirar algun anime que el ruso ponía.

Horacio había aprendido muchas cosas de Viktor que ni el mismo sabía, había descubierto sus pequeñas manías que tenía por repetir palabras cuando se ponía nervioso, que lo primero que hacia cuando le contaban algo fuerte era responder con un '¿cómo?' o '¿disculpe?' o que solía arrugar su nariz cuando mentía. Y así había aprendido muchas cosas como sus gustos en aquellos dibujos japoneses, incluso consideraba que algunos le gustaban y miraba alguno que otro con Viktor, eran algo que compartían desde que se habian mudado juntos.

Viktor había vendido el piso que tenía en aquel departamento y se instaló en el de Horacio cuando se dieron cuenta de que su relación si tenía futuro, porque el ruso al principio pensaba que no iban a durar mucho y sentía miedo por eso pero Horacio le había demostrado aquel amor que hace mucho no recibía, le había hecho sonreír más que nunca y le estaba eternamente agradecido.

Pasaron muchas cosas juntos en aquellos cincos meses, cosas divertidas como cuando Horacio intentaba maquillar a Viktor y este se movía mucho porque algunos polvos del maquillaje le causaban molestia o cuando se vestían en conjunto o también la llegada de su segunda gatita Temari, quien había llegado en un día inesperado pero se había ganado el corazón de los dos hombres desde el primer instante.

Aquel día horacio estaba terminando de realizar un sombreado en sus ojos con tonalidades en color naranja cuando el ruido de la puerta siendo golpeada le sobresalto, aquel era su día libre y había decidido gastarlo en en hacerse maquillajes que nunca había intentado, Viktor trabajaba y tenía el turno de la noche así que probablemente no volvería hasta la madrugada así que no esperaba a nadie y se sorprendió realmente al ver a su novio con una pequeña cajita en su manos.

El ruso estaba lloriqueando en voz baja mientras no dejaba de mirar la caja, de la cual no sabía el contenido, Horacio se empezaba a preocupar por él y le arrebató la caja de las manos. La dejo sobre la mesa del comedor y decidió indagar que habia allí, grande fue su sorpresa al encontrar un gatito bebé algo sucio y con un par de rasguños en el rostro.

— Lo encontré en la calle y no podía dejarlo tirado. —su pareja le miraba mientras se encargaba de darle calor humano al felino a través de unas caricias.— Estaba tan asustado y perdido que no podía dejarlo, ¿podemos quedarnoslo? —pregunto con un brillo en sus ojos que le recordaba a un niño pequeño al ver su dulce favorito.

—Ay Viktor. —se acercó lo suficiente a él para poder abrazarle por la cintura y luego le dio un pequeño besito en sus labios.— Claro que podemos quedarnoslo. —sonrió mientras le acariciaba la cabezita al felino.

Al principio su relación con Temari era mala, aquella gatita solía morderle cuando se acercaba a Viktor o interrumpía sus momentos de mimos para llevarse toda la atención del ruso, cosa que a Horacio y Volkat les molestaba un poco, aunque finalmente terminaban los adultos acariciando a los gatos hasta dormirse.

— ¿En qué piensas? —las manos del chico sobre su cresta le había sacado de sus recuerdos, se giro para mirarle y poder darle un beso.

Sus labios se encontraron en un tierno beso, sus manos se mantenían entrelazadas mientras de fondo se reproducía algun vídeo sin sentido de los que solía mirar Horacio cuando se aburría.

— Estaba recordando cuando viniste con Temari y demás cosas. —sonrió.— Han pasado muchas cosas en estos cinco meses, Viktor. —suspiro mirándole a los ojos.

— Seis meses, tontito. —le dio un golpecito con su índice en la nariz adversa.— Hoy es el día que cumplimos mes y pensé en que en vez de salir como siempre hacíamos podríamos quedarnos a mirar algún anime y pedir comida a domicilio. —el menor asintió a su propuesta.

Aquel día no tenía muchas ganas de salir y era de esos días en que necesitaba más cariño que nunca, también aprovechaba que cumplían mes para ser mimado todo el día como a un niño pequeño. Amaba los días en que cumplían mes porque eran los días más cariñosos, siempre eran cariñosos pero esos días más y horacio amaba eso.

Siempre solían salir a comer a algún lugar y terminar juntos mirando las estrellas o en algún salón de arcade, los cuales eran los favoritos de Viktor y Horacio siempre se gastaba todas sus fichas intentando sacar algún peluche de las máquinas con pinza.

— Horacio. —le llamo la atención el ruso.

— Dime. —respondió mirándole a los ojos.

— Te quiero para toda mi vida. —las mejillas de ambos chicos no tardaron en colocarse de un color rosadito por aquella declaración.

— Yo también Viktor, me encantaría pasar el resto de mi vida contigo.

— Ya lo estamos haciendo. —ambos rieron por aquello.

— Si pero se siente bien decirlo. —sonrió encojiendose de hombros mientras que recostaba su cabeza sobre las piernas del más alto.

Su noche fue realmente una noche espectacular, miraron un anime de aquellos sangrientos que le gustaban a Horacio, pidieron comida a domicilio y se dieron besitos hasta cansarse. Desde que estaban juntos su vida había cambiado por completo y agradecían eternamente al destino por haberlos cruzado, por la vez en que Horacio escucho a Viktor decir el "oni-chan" y por todos los momentos de felicidad que vinieron luego de ello.

༻  Fin ༺