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Salí de mi casa con dirección a la plaza de siempre.

Allí estaba Taehyun esperándome mientras estaba mirando su móvil.

Me acerqué sonriendo hacia él para abrazarlo por la espalda de sorpresa.

-Hiiii, Tae -Dije mientras subía mis manos por su pecho y me hundía en su espalda.

-Me asustas... Pero... Holaa -Dijo mientras se giraba para darme un beso en la cabeza.

Hice un puchero, me sentía bajita al lado suyo, bueno, al lado suyo y al lado de cualquiera.

Nos fuimos al edificio que había unas calles adelante.

Al llegar pude divisar a Jichu en la puerta esperándome con los cascos puestos, seguramente estaba escuchando su música de muerte y asesinos, rusa o japonesa.

Me despedí de los chicos, quienes estaban esperando a Tae, y me dirigí hacia ella.

-Hola, bb -Dije al llegar delante suyo.

Me sonrió sin mostrar sus brackets de color gris y se quitó los cascos para seguido responderme el saludo de la misma manera.

Nos adentramos en el edificio, yo tenía que dirigirme a la parte del Instituto, era una norma que los menores de edad, la mayoría de sus asignaturas estuvieran en esa parte, pero otras como, física, inglés y baile, las tenía en la parte de Universidad.

Aunque no le veía sentido, luego en el descanso teníamos un enorme comedor en el que se juntaban los de Universidad e Instituto.

Jisoo se dirigió a la última planta de la Universidad, tenía que hacer un examen de analización de un crimen o algo así me dijo.

Espero que me vaya bien, se rompió los cuernos estudiando para ese examen, es bastante duro por lo visto, pero confío en que lo pasará perfectamente y sin problemas.

A primera hora tenía matemáticas y no tenía ganas de adentrarme a esa clase por nada del mundo, además de que no tenía muy buen pensar esta mañana.

¿A veces no os pasa que os levantais un día y no tenéis ganas de nada? Solo queréis estar en la cama, somos fríos, secos y quizá algo bordes con quienes no lo merecen.

Pues yo sí, me pasa a veces, y daño a personas de mi alrededor por ese despertar mío.

Me quedé de pie apoyada en el marco de la puerta esperando ver por el final del pasillo a mi queridísima profesora de matemáticas (nótese mi sarcasmo) para poder dar mi asignatura favorita.

Faltaban unos minutos y ya se podía entrar al aula a esperar a los profesores, no había que esperarlos fuera necesariamente, así que dentro de los 3 minutos que faltaban, me iba a sentar en mi sitio.

Varias horas pasaron, hasta llegar así a la bendita hora del recreo

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Varias horas pasaron, hasta llegar así a la bendita hora del recreo.

Yo estaba en el baño con mi mochila en el limpio suelo al lado de mi pie, mientras me miraba al espejo.

Peinaba mi liso y corto pelo.

De repente la puerta se abrió dejándome a la vista a una de las chicas más populares de aquel centro de estudios.

-Vaya, hola -Dijo ella sonriente, a pesar de ser popular, no era creída, era amable, o al menos eso era conmigo.

No sabía de el trato que daba ella a los demás estudiantes.

-Hola, Tzuyu -Dije yo mirándola por el espejo con una leve sonrisa.

Se adentró en un cubículo mientras yo seguía ordenando mi pelo.

Trataba de hacerme una coleta o algo así pero nada, me salía fatal, no era experta en estas cosas.

Tzuyu salió del baño con el móvil en la mano.

Se despidió de mí amablemente y se fue por la puerta en la que entró.

Cedí, me fui de allí, ya no quería estar más tiempo allí se estaba acabando mi hora del recreo para comer.

Salí por la puerta con mi mochila en un solo hombro cuando ví una cabellera sedosa de color azul que podría reconocer en cualquier lado de este pequeño mundo.

Salí corriendo mientras seguía al dueño de ese tinte azul.

Pero mis esperanzas de que fuera el que del que yo estaba enamorada disminuyeron en picado cuando me di cuenta que no era él, sino un chico con un rubio muy llamativo que estaba de espaldas a mí.

Miré a ambos lados míos mirando a ver si estaba en alguna esquina, pero nada.

No estaba.

Suspiré y avancé pasando de largo del chico de rubio llamativo.

Me adentré en la cafetería y busqué a Jisoo.

No la ví, seguramente estaría haciendo algo importante y se retrasaría un poco, así que... Cogí y me dirigí a una mesa vacía para esperarla y poder comer juntas.

Me llegó un mensaje de ella.

Mi bebé besho:

Tía, no puedo ir a la cafetería hoy, el profesor de criminología me ha pedido que me quede para unos asuntos importantes, lo siento bb :""(

No pasa nada, amor, en la quinta hora nos vemos, chaoo :3

Chaoo :333

No me molestaba estar sola, así tenía tiempo para pensar.

Estaba pensando en lo anteriormente sucedido con aquellos 2 chicos, ¿sería verdad que ví su pelo? ¿Quién era aquel rubio?

Nunca había visto esa cabellera rubia en ningún sitio, ni siquiera en la ciudad.

Mis pensamientos se vieron interrumpidos por una bandeja con comida delante de mis ojos.

In My Head <Choi Yeonjun>Where stories live. Discover now