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Una vez llegada la hora de la cita, estaba esperando en mi salón nerviosa.

-Tranquila, todo saldrá bien -Dijo ella.

-Ya mamá... Ya lo sé... O al menos eso quiero creer. -Dije soltando un suspiro.

-¿Y Jisoo? -Dijo mi madre.

-Bien, le he comentado antes sobre la cita y dice que todo saldrá bien -Dije sonriendo por primera vez después de 10 minutos de puro nervio.

Y tocó el timbre.

Mis nervios salieron a flote mucho más que antes.

Mis manos temblaban, pero decidí ignorarlo y acercarme hacia la puerta.

Di un largo suspiro y me dije a mí misma que todo iba a estar bien.

Cogí el pomo de la puerta y la abrí despacio.

Detrás de la puerta blanca había un elegante Yeonjun y con una sonrisa de oreja a oreja.

-¿De verdad eres una persona real, o eres un Ángel? -Dijo dudoso con una sonrisa boba.

Me miré las manos con una tímida sonrisa ocultando mi sonrojo.

-Gracias por el cumplido, tú también estás muy guapo -Dije levantando lentamente la cabeza conservando la sonrisa.

Pude ver su gran sonrisa.

Me tendió su brazo derecho y lo cogí gustosa.

-Luego vuelvo, mamá -Dije alto para que me escuchara.

-De acuerdo, si te vas a quedar en su casa o algo así, avísame por teléfono, eh -Dijo bastante alto.

Me avergoncé e intenté salir de ahí lo más rápido posible.

Pero la risa de Yeonjun me hizo caer en cuenta de que me lo tomara a broma y no pasaba nada malo.

Así que me uní a su risa.
     

                         Entre risas, anécdotas, mágicas miradas, sonrisas que derriten y demás, así fue nuestra cena y caminata hacia el restaurante

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Entre risas, anécdotas, mágicas miradas, sonrisas que derriten y demás, así fue nuestra cena y caminata hacia el restaurante.

Ahora nos dirigimos a donde nos lleven nuestros pasos.

No teníamos rumbo a este punto de la cita.

Aún eran las 21.47 de la noche, por lo que teníamos bastantes horas por delante.

Nos quedamos en silencio al ver el recorrido hacia unos árboles.

Nos miramos y, como si pudiésemos comunicarnos con los ojos, avanzamos.

Era una especie de sendero.

Tenía un camino para visitar la especie de bosque tan acogedor que era aquello.

Empezamos a ver algo azul y brillante, un pequeño lago.

In My Head <Choi Yeonjun>Where stories live. Discover now