15

145 19 2
                                    

-Y él es Choi... -Dijo Beomgyu presentándome a su último amigo.

-Yeonjun... -Dije en un susurro.

-Sí, soy Yeonjun -Dijo el rubio muy sonriente.

Expresaba una felicidad increíble aquel chico, de seguro alegraba a todos el día con su simple sonrisa.

Tenía unas mejillas... Que parecían tan suaves, tal cual como... No, no, no debe ser como él, de seguro son mis imaginaciones.

-¡Bebe! -Dijo una voz femenina detrás nuestro.

Me alegré de escucharla así que me giré para esperar a que viniera por mí.

-Aquí estás, bebé -Dijo ella abrazándome de lado.

-Claro, ¿dónde iba a estar? -Dije extrañada.

-No sé, por ejemplo con tu no-Le corté de inmediato.

-Que tonterías dices, cielo, nunca he tenido novio y tú más que nadie lo sabes -Dije riendo.                            

La vuelta a casa era lo mejor de todo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La vuelta a casa era lo mejor de todo.

Llegabas a cada, cansada sí y con deberes y estudios, pero te podías quitar los zapatos y ponerte tu pijama cómodo.

-Hey, voy contigo -Dijo detrás mía.

-No, no quiero que te molestes -Dije girandome a verlo.

-No molesta, además, vivo 2 barrios detrás del tuyo -Dijo sonriente echándose su pelo hacia el lado.

-Bueno... Como quieras -Dije dándole una sonrisa sin despegar mis labios.

-Y... Cuéntame algo de ti -Dijo mirándome ahora.

-Bueno, no hay mucho que contar, Yeonjun, seguro tu vida es más interesante -Dije riendo un poco.

-Tampoco tanto -Dijo riendo -¿Qué estudias? -Dijo curioso.

-Danza contemporánea, ¿y tú?

-Filosofía inglesa -Dijo haciendo un poco de aegyo.

-Basta, me das diabetes -Dije tapando mi cara con mis manos.

Era demasiado tierno para ser real.

Sus mejillas regordetas, su tierna nariz, sus labios rosados.

Y ahí acabó mi felicidad, cuando lo ví a él serio delante de la puerta de mi casa.

-Aquí es mi casa, Yeon-Yeonjun -Dije nerviosa.

-Oh, claro, pero antes... ¿Me puedes dar tu número? -Dijo riendo nervioso.

¿Este chico quería matarme, verdad?
Era lo más tierno que había visto en toda mi vida, bueno no... Lo siento, Seungmin, estoy diciendo que hay alguien más tierno que tú.

Le di mi número y procedió a despedirse  con un saludo de manos.

Una vez se fue de mi vista, quise entrar a mi casa.

-¿Quién era él? -Dijo con enfado.

-Solo es un amigo -Dije como si nada.

-Ya... Claro, a ti te gusta ese -Dijo cruzando sus brazos indignado.

-No me gusta, solo lo conozco de esta mañana, no me puede gustar alguien que casi ni conozco -Dije obvia.

-Entonces, ¿quién te gusta? -Dijo pidiendo explicaciones.

No sabía de qué se enfadaba, porque no éramos nada, ni siquiera él era real.

-Nadie -Dije tratando de entrar a mi casa.

-No, dímelo, ¡dimelo, joder! -Dijo cogiendo mis hombros y haciendo presión en ellos.

Hacía tanta presión que... Podía sentir como incluso clavaba sus uñas en mi piel, como se cortaba la circulación de sangre en esa parte de mi cuerpo.

Hice un pequeño quejido de dolor, se ve que no le importó mucho, ya que ni se inmutó.

-Sueltame, por favor -Dije en un pequeño susurro.

-Dímelo, ¡dímelo ya! -No dejaba de insistir.

¿Porqué tanta curiosidad por mis sentimientos hacia alguien? ¿Porqué ahora?

No entendía nada... Simplemente se lo diría, y ya, poco me importaban las consecuencias de esta confesión.

-Joder, que me gustas tú, tú, tú y solo tú -Dije enfrentadole, clavando mis ojos marrones oscuros en sus pupilas color avellana.

Su cara de sorpresa lo decía todo.

Pero lo más sorprendente es lo que hizo después...

In My Head <Choi Yeonjun>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora