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• Cuarta Parte •
"Te la daré"
¿Había escuchado bien?, al parecer sí.
Yuqi aun no podía dejar de sentirse extraña, sus oídos solo captaban una estática lejana que le hacía sentir mareada, cual si perdiera el equilibrio.
Yoongi por su parte la miraba en espera de reacción alguna, los segundos se convirtieron en minutos y Yuqi no hizo movimientos ni exhalaciones, no hubo palabra alguna que saliera de su boca.
Demasiadas eran las cosas que rebotaban en su mente, pero sin duda la que más pesaba era el ¿Cómo?, el cual no tardo en decir en una voz casi inaudible.
Mientras tanto Min dejo de ver a Yuqi para hacerles señas al cuerpo de seguridad indicándoles que los dejaran solos y se llevaran al can. Con el ceño fruncido, comenzó a rodear la barra para llegar hasta ella; estaba casi seguro de que algo había salido de los labios de Yuqi, pero a pesar del silencio no alcanzo a escuchar lo dicho. Una vez frente a ella la miro fijo en busca de que lo viera a los ojos, pero no, Yuqi seguía ida, lentamente alzo sus manos hasta acunar suavemente la cara de la chica.
Atraída de vuelta a la realidad, Yuqi se percató de que no solo tenía a Min frente a ella acariciándole las mejillas, si no que la veía con una mirada indescriptible, hasta que los ojos de este comenzaron a verse brillosos en busca de una algo.
-Yo ... yo ...
-Quieres saber como ¿verdad?
- Si ... pero antes quiero ... quiero que me demuestres que no estoy soñando.
Dicho esto, Min asintió a la vez que alejaba las manos del rostro de Yuqi para tomar su derecha con la izquierda y así comenzar a caminar a una pequeña puerta que poseía la cocina.
Yuqi dejo de caminar con duda cuando vio lo que ocultaba la puerta.
La noche era fría y las olas rompían suavemente en la arena, mientras que otras más lejanas resonaban en la oscuridad de la orilla. De pronto Min soltó su mano para retirarse el saco y paradójicamente Yuqi comenzó a sentir frio al dejar de sentir su tacto, pero, no había terminado de pensarlo cuando Yoongi ya le estaba abrigando poniéndole el saco sobre los hombros y volviendo a cogerle la mano para ahora caminar a la orilla.
Sobraban dedos en las manos para numerar las estrellas, aun así, la presencia de la Luna con su luz de plata hacía que un sentimiento extraño embriagara a Yuqi. No sabía que era, nuca se había sentido así, pero salió de sus pensamientos al sentir la arena húmeda bajo sus pies.
- Eh soñado muchas cosas, pero mi mente nunca puede recrear naturaleza, no sé porque, pero no hay plantas, ni sol, ni luna ... no hay vida – confeso Yoongi con la vista perdida en el mar – no sé si tu mente puede recrear alguna de esas cosas mientras duermes, pero yo no puedo y es con lo único que te puedo probar que esto es real.
