Capítulo 5

11 3 0
                                    

El búho

A las cinco de la mañana mis ojos estaban completamente abiertos y cada sonido me hacía temblar de miedo. El viento no me calmaba ni un poco, y la estúpida rama del árbol golpeaba de nuevo contra mi ventana. Mis padres despertarían pronto para ir al trabajo, porque incluso los sábados no descansaban. Tenía el corazón acelerado desde que había visto a Charlotte la última vez, incluso en mis sueños no cesó aquella sensación de pánico. Para ponerle fin, extendí mi brazo en busca de mi teléfono y luego marqué un número.

—¿Estás despierto? —pregunté y obtuve un gruñido como respuesta —. Necesito ayuda...

—Puedo darte el número de un terapeuta —dijo con voz ronca.

—¿Qué? ¡No! Escúchame, Ben... —mi amigo obviamente estaba más interesado en dormir —. Espera, ¿realmente tienes el número de un terapeuta?

—Hay líneas de ayuda, búscalas en internet...

—No, ya dije que no es eso...

—Voy a colgar...

—Tuve una pesadilla —dije asustado.

—Ve a dormir con tu hermana —dijo molesto.

—No, eso suena muy mal... Ben, hubo un asesinato en mi casa —le dije y él ni se inmuto.

—¿Quién murió? —preguntó con poco interés.

—Un búho.

—Voy a colgar —amenazó de nuevo.

—No, no, espera... Esto es malo, mi vecina está loca —le dije y escuché un suspiro al otro lado de la línea.

—¿Me llamaste para hablar de tus problemas de amor? —mencionó molesto.

—¿De qué estás hablando?

—Charlotte, la rara que te gusta, esperaba que ya se te hubiera pasado —comentó con un bostezo —, realmente no aprendes.

—Estuvo en mi casa...

—No quiero escuchar sobre tus encuentros sexuales...

—No, ya dije que no, ¿de donde sacas tantas estupide...? —me interrumpí al darme cuenta que empezaba a subir la voz y entonces tomé un profundo respiro.

—Voy a colgar.

—Ben... Ella es una asesina —susurré.

—Ah —de nuevo sin interés.

—Ella mató al búho.

—¿En tu sueño? —preguntó entre dormido.

—No, lo hizo de verdad, todo el lugar está lleno de sangre —le dije y él se quedó en silencio por varios segundos.

—Dan, esto es lo que vas a hacer... —lo escuche atento —, ve a la puerta —hice lo que me decía —, ábrela y baja a la sala de estar —me forcé a salir —. ¿La sangre sigue ahí? —preguntó cuando estuve en el lugar.

—No —dije sorprendido.

—Voy a dormir —me colgó.

—¿Ben? —el idiota me abandonó.

Entonces, me reí un poco de la situación y lo absurdo de ella, sangre, ¿cómo podría haber sangre? No, no había nada de eso. La ventana estaba cerrada y la luz del sol empezaba a crecer y extenderse. Vi mi reflejo en el cristal y creí ver algo en mi rostro, no fui capaz de pasarme las manos para comprobarlo. Regresé a mi habitación y fui al baño para revisarme en el espejo, eran gotas de sangre. Me lavé la cara de inmediato y luego lavé mis manos hasta dejarlas rojas de tanto frotarlas.

—Estoy alucinando...

Salí del baño y encontré a mi hermana en la puerta, me miraba aterrorizada, con su rostro pálido y respiración fuerte.

—He tenido un sueño horrible —dijo y me sentí aliviado, un sueño era algo normal, desaparece cuando abres los ojos —, había algo en la oscuridad, era el sonido de un aleteo.

—Era un sueño...

—Pero, luego el aleteo se detuvo y hubo un fuerte chillido, entonces cuando las sombras oscuras retrocedieron todos estaban muertos —continuó, ignorando lo que le decía —, todos... —insistió con pánico —. Incluso el búho estaba muerto...

—¿Búho?

—Sí, y yo tenía sus plumas —dijo y me mostró sus manos llenas de las plumas grises del animal —, cuando desperté estaban en mi cama y mis manos...

—Cierra la puerta —le dije con voz severa y ella lo hizo.

—Charlotte, fue lo primero que pensé cuando desperté —dijo —, algo... Algo está mal con Charlotte.

—No lo sé —murmuré, tenía miedo de decir su nombre y que ella apareciera como si en realidad hubiera sido llamada.

—Hay algo diferente, algo que causa mucho miedo, algo que —parecía no poder respirar —, yo... Necesito aclarar mi mente —se sentó en mi cama.

No pudimos volver a dormir.

No digas su nombre (Pausada)Where stories live. Discover now