¿Y qué pasó después? (Kidge) [REESCRIBIENDO]

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N/P: 860

Llegaron a su destino en silencio, pero no en un silencio incómodo, sino tranquilo. Bajaron de la moto ambos, no sin antes dejar los cascos de seguridad en la moto y asegurarla para evitar algún tipo de robo.

Entraron al restaurante que emitía una cálida atmósfera, mientras los olores de la deliciosa comida emanaba por todo el lugar de una manera hipnótica.

–¡Miren quienes llegaron!– Grito Risavi en una de las grandes mesas del medio junto a varias caras conocidas de igual manera viendo a Pidge y a Keith.

–¡Siéntense con nosotros chicos!– El entusiasmo de Romelle se podía ver desde metros, con esos ojos chispeantes de alegría y esa sonrisa radiante.

No dudaron en acercarse y tomar asiento junto a ellos, para poder conversar y ver que tenían para contar y hacerles compañía.

–¿Cómo están? Me alegra verlos nuevamente– Pero la sonrisa de la castaña era sin duda la más brillante y bonita.

–Muy bien Pidge, gracias por preguntar, ¿y que hay de ti, Keith? ¿Te comieron la lengua los ratones?– Y como siempre, James con sus comentarios intentando molestar a Keith.

–Cállate Griffin, no es de tu incumbencia si no quiero saludar y ya–

–Keith, calmate o vas a incómodar a todos– Y como siempre, la paladín verde era la más sensata y cuerda del grupo.

–Y tú también calmate James, a menos que quieres que esto se lo reporte al director Dos Santos– Dijo Risavi con una sonrisa juguetona mientras le revolvía el cabello al oji-café.

–¡Ahg! ¡Ya Risavi! ¡Esta bien! Me comportare– Y así fue como a regañadientes James Griffin tuvo que callarse y estarse en paz.

–Buen perrito–

–Soy tu líder ¿recuerdas?– dijo amenazante James.

–Podrían calmarse, parecen Slarbs y Contes–Dijo la rubia muy enojada.

–¿Qué rayos son esas cosas?– Preguntaron todos al unísono, menos Pidge.

–Los Slarbs y los contes, son como perros y gatos, pero de Altea, dijo Pidge mientras se ajustaba los lentes.

–¿Y como sabes eso?– Risavi definitivamente nunca ocultaba su curiosidad.

–Lo que pasa es que mientras estábamos en el espacio, yo si me preocupe por entender los idiomas de las demás razas alienígenas–

–Lo que pasa es que Pidge siempre ha sido el cerebro de Voltron– el azabache le dedico una pequeña sonrisa a la castaña, la cual se la devolvió amistosamente.

–Oigan, no han pedido nada para comer– Señaló Romelle algo confundida.

–Es que no vamos a pedir nada, sólo vinimos a verlos un rato, o bueno, al menos yo, no sé Keith, si él quiera pedir algo de comer–Volteo a ver al azabache con sus ojos ámbar, esperando una respuesta por parte de él.

–¿Qué? ¡No! Yo tampoco voy a pedir algo, vine igual con la misma razón que Pidge– Contestó el oji-violeta algo distraído.

–Bueno como ustedes quieran, de igual manera nosotros no íbamos a pagar su cuenta– Soltó una gran carcajada Risavi, riendo junto con Griffin.

–Ja Ja Ja ¿Cómo que hoy todos quieren ser payasos, no?–El sarcasmo en su voz era indudable, también haciendo referencia al mal chiste que Pidge le dijo cuando aún estaban en la azotea del Garrison.

–Deja de ser un amargado, Keith– La rubia lo miró sería y algo indignada.

–Bueno, nosotros debemos irnos, debemos pasar al laboratorio por algunas cosas, así que nos despedimos, buenas noches– Se levantó James, saliendo del restaurante junto con Risavi y Romelle que también se despidieron del par.

–¿Quieres irte ya?– Preguntó dudoso el azabache.

–No, yo voy a esperar a poder hablar con Hunk y eso será hasta que toda la gente se vaya, tardará mucho, así que puedes irte–

–No te preocupes, al fin y al cabo yo te traje, debo esperarte para poderte llevar a tu auto– y esa sonrisa cálida volvió a formarse en el rostro del chico de cabellos azabache.

–Ay Keith, no tienes porque preocuparte por eso, tengo piernas, ¿lo olvidas?– La castaña solo hacia reír internamente al chico con sus comentarios, aunque este lo negara totalmente.

–Ya deja de hacerte la chistosita ¿quieres? –era obvia la pequeña sonrisa que se asomaba por la camisura de los labios del chico.

–Bueno esta bien, tú ganas, el chiste es que puedo caminar con mis piernas–

Señaló sus piernas mientras le daba una ligera patada a Keith a modo de juego.

–¡Auch!–

–Ay no seas chillón, Keith– De verdad que se divertía demasiado al lado del chico con ojos violeta.

–Bueno, el punto Pidge, es que te voy a llevar–

–¿Seguro?–

–Sí, muy seguro, así que no te preocupes, ni te apresures, yo te espero, no tengo prisa en irme, además disfruto mucho de tu compañía–

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¡

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Volví tarde, espero y me perdonen :'D
Aquí esta la segunda actualización de este fan fic, espero y lo hayan disfrutado, por favor voten y comenten, me esforcé mucho, me gustaría leer algún comentario :'3

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