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Meses después.
—¿Por qué dijiste que tenías que hablar con urgencia? —pregunté comiendo de mi ramen.
—Hay una cena importante en la mansión Hyuga, o eso dijo Naruto —comenzó a hablar—. Eres mi novia y quiero que vayas conmigo.
—¿Me sacaste de la cama para decirme eso? —asintió—. Genial, porque mi madre casi me mata por estar aún durmiendo si no fuera porque llegaste.
—Lo noté cuando abrió la puerta —solté una pequeña risa—. No deberías dormir tan tarde.
—¿Disculpa? ¿De quién es la culpa? —sonrió de lado con orgullo—. Tu me dejas agotada y te quejas de despertarme tarde.
—Tenía que aprovechar que tu madre había ido a ayudar a tu padre —tomé sus manos.
—¿Qué crees que sea lo importante de la cena? —pregunté con emoción.
—No lo sé, no me dijeron nada —dijo sin dejar de mirarme.
—Espero que sea sobre un gran cambio —miré mi tazón—. Terminé —pagué mi ramen y salimos del lugar. Sé que gané mi apuesta con Sakura, pero a veces le ayudo pagando mi comida.
—¿Como van las cosas? —lo miré con una gran sonrisa.
—De maravilla, hace más de seis meses que ellos volvieron y estoy feliz, mi madre es un poco estricta, pero fabulosa, ahora yo le enseño de Ninjutsu médico, y Shisui, es increíble, mi padre lo puso como jefe de la escolta personal del Hokage y vive con nosotros —solté un suspiro—. Somos como una familia hermosa, él es el mejor hermano adoptivo que pude tener. ¿Y que tal tú?
—Bien, hemos hablado sobre los últimos años y me dijo que eres una buena chica —me sonrojé sin dejar de sonreír.
—Tu padre me cae muy bien.
—Y tú a él —me miró con una sonrisa—. Pasaré por ti a las siete —asentí.
—Muy bien, estaré lista —pasé mis brazos por sus hombros y lo acerqué a mi—. Te veo hasta entonces.
