Capítulo 36

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Narra _____:

La fresca brisa del campo neozelandés acaricia mi rostro en cuanto salgo de la cabaña. Mi marido sale detrás de mí y toma mi mano para ir juntos al comedor.

Para nuestra luna de miel hemos venido a Nueva Zelanda. Hoy es nuestro último día aquí y me gustaría aprovecharlo. No es como si no hubiésemos aprovechado los días anteriores, es solo que en el último día inicia la añoranza.

Nuestro viaje es más una excursión para aprender y divertirse que solo viajar por viajar. Estamos en un campo donde colaboramos en una granja de ovejas, un animal muy popular en este país, cerca del poblado de Waitomo.

Mientras desayunamos Hangi Maori, el guía de la excursión hace acto de presencia en el comedor para darnos un aviso importante, luego se retira para esperarnos en un autobús.

- ¿Qué dijo? – me pregunta Cheol, quien, a pesar de tener familia estadounidense y de haber visitado aquella nación más de una vez, nunca aprendió inglés, así que yo le he estado traduciendo lo que nos dice el guía y otros encargados.

- Que hoy iremos a las cuevas.

- Suena bien, leí en internet que son muy hermosas de ver.

- Pues sí, pero creo que me encariñé mucho con las ovejas, lástima que no podré pasar el último día con ellas.

- Amor... - dice tomando mi mano, - lo importante es que lo pasarás conmigo – asegura con una sonrisa.

- Eso siempre – reafirmo apretando nuestras manos.

Terminamos el desayuno y salimos del comedor para subir al autobús. Ya hay otros visitantes ahí, los saludamos amablemente y tomamos asiento en la mitad del vehículo.

Yo voy del lado de la ventana, con mi cabeza sobre el hombro de Cheol, mientras él me abraza y acaricia mi cabello.

El guía da las instrucciones pausadamente, ya que Cheol no es el único que no habla inglés y habemos una que otra persona que traducimos.

- Tenemos que estar en las cuevas con mucho cuidado... Son muy bonitas y podemos tomar fotografías con precaución... La primera parte del recorrido es caminando... No hay que despegarnos del grupo porque las cuevas son un laberinto y podríamos perdernos... Después nos subiremos a un bote y veremos un maravilloso espectáculo natural... Saliendo de las cuevas nos darán de comer y volveremos a las cabañas donde tendremos un tiempo libre... Mañana después de desayunar iremos a Auckland para dejar en el aeropuerto a los turistas extranjeros... ¿Hay alguna duda? – traduzco para Cheol.

- Por mí no – responde y yo le comunico al guía que nosotros no tenemos dudas.

Al parecer nadie más tiene dudas porque somos un grupo excursionista muy inteligente, así que durante el trayecto lo único que se escucha es la música típica de la zona que han puesto por los altavoces.

Llegamos a la entrada de las cuevas y bajamos del autobús. Tomo la mano de Cheol para que no se me pierda y seguimos al grupo. Vamos recorriendo las cuevas mientras el guía nos va explicando cómo la naturaleza fue formando este maravilloso sitio. Estoy tan asombrada que, por contemplar el lugar, se me olvida que tengo que traducir para mi marido, por lo que él me lo recuerda constantemente.

Luego llegamos al bote del cual nos comentaron cuando veníamos hacia acá. El guía termina con su explicación y todos nos subimos al bote.

Cheol y yo estamos en la parte trasera del bote, el rodea mi cintura con su brazo y yo admiro el lugar. Es un precioso túnel con unos gusanillos luminosos en la pared, se ve majestuoso y quedo maravillada y deleitada.

Mejor de lo que esperaba (S.Coups/Seungcheol y tú)Where stories live. Discover now