Romance Prohibido Teñido De Sangre

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A la mañana siguiente el sol empezaba a brillar dejando entrar los suaves rayos del sol a través de la ventana de la sala. Dafne se despertó y lo primero que vio fue que

Damián estaba dormido en el sofá a lado de ella le sorprendió demasiado, que Damián estuviese ahí pues no recordaba que había pasado. Solo tenía un recuerdo nubloso, que luego de llegar de la casa abandonada ella se sintió cansada y se quedó dormida. Damián cuando despertó lo primero que hizo es preguntar si Dafne

se sentía bien; pues el sentía cierta culpabilidad por proponer la visita a aquella casa. Dafne le pidió que no se preocupara, que ella estaba muy bien y que se fuera

a su casa porque dentro de unas horas ingresaban a la secundaria y ahí lo vería

nuevamente además pensó que los padres de Damián estarían preocupados.

Damián acato la sugerencia que Dafne le hizo pues, sus padres serían los que, más preocupados estarían por su ausencia, mientras iba rumbo a su casa tenía que atravesar un bosque, durante el tiempo que él iba caminando con sosiego en

dirección a su casa; empezó a escuchar pasos muy cerca de él que le seguían. Miro hacia atrás y no vio a nadie ni nada que causaba dicho bullicio. Pensó que alguien

le estaba jugando una broma es por eso que no tomo mucha importancia y continuo con su camino, cuando de repente escucho una voz que le susurro en sus oídos.

- ¡Morirás! dentro de quince días, tú te lo buscaste.

Él estaba atemorizado, no quiso revirar su cabeza pues sentía un sobresalto en su corazón, pero tuvo la fuerza para voltearse, sin embargo, no vio absolutamente

nada; fue ese momento, cuando por primera vez experimento un miedo

incontrolable que no podía explicar, apresuro los pasos lo más que pudo, hasta que entro en su casa muy amedrantado y estremecido, pues desde ese momento sentía

una presencia invisible que la seguía.

Ese suceso lo mantuvo paranoico no obstante trato de olvidar lo sucedido y de convencerse a sí mismo que no había sucedido nada que todo había sido su imaginación, eso logro calmarlo un poco y sin contar a nadie lo que había sucedido aquella mañana, exhalo un suspiro de resignación, pues debía retornar a la rutina diaria, luego de unos minutos se vio más tranquilo, tomo su mochila y se fue directo a la secundaria.