Romance Prohibido Teñido De Sangre

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Esa noche bajo la luz de la luna se encontraba sentada lado de la cascada, mirando las aguas cristalinas y el reflejo de la luna en ellas; luego de unos minutos escucho ciertos ruidos de pasos que se acercaban, intento esconderse pues no quería ser descubierta en la oscuridad de la noche, pero tropezó con una piedra y cayó al agua mojándose completamente.
Al ver que Arlet cayó al agua el individuo corrió a ayudarla, cuando se acerco pudo ver que era el profesor Clark, quien la ayudo a levantarse y amablemente al notar que Arlet estaba completamente empapada, se quitó su chaqueta, para entregárselo a ella, mientras Arlet se cubría con la chaqueta, Clark la abrazo tratando de evitar que tome un resfriado:

- Señorita Arlet me podría decir, que hace fuera de su tienda de campaña y a estas horas de la noche.

Arlet le respondió:

- Es que, no podía dormir así que salí a dar un pequeño paseo para, distraerme

y pensar, luego añadió la noche es un momento muy especial, para pensar

es muy romántico ¡verdad!

Clark asintió:

- Si, la noche es muy bonita, es el momento perfecto para hablar de nosotros.

Mientras hablaban la magia, invadió el lugar. Las estrellas del firmamento, la naturaleza, la tranquilidad de la cascada fue el escenario ideal para un romance, los dos se quedaron en silencio mirándose fijamente, el uno frente al otro surgiendo un beso apasionado, al instante que Arlet lo tomaba por su cuello y acariciaba su cabello, Clark la acariciaba con suavidad sus hombros. Ese momento fue mágico para los dos, pero solo duro unos pocos instantes pues, Clark se sobresaltó mostrando su cara de preocupación.

-Arlet, nunca me perdonare el haber llegado tan lejos contigo, por favor olvida lo que paso, fue algo que no debió pasar.

Arlet le dijo:
-Serénese, no se preocupe profe que este bello recuerdo quedará grabado en mi corazón y será solo un secreto entre usted y yo.

Después de esas palabras se fue a su tienda, pues tenía mucho más que pensar, mientras Clark se quedó en la cascada pensando y reflexionado, sobre lo que acababa de pasar, pues debía tomar una decisión ese momento le invadía un

sentimiento de culpa, pues Arlet era su alumna y no podía eximirse el haber actuado así con ella, pero al mismo tiempo sintió una pasión muy fuerte por continuar con lo

que había empezado; esos pensamientos lo condujeron hacia su tienda, hasta que luego de cierto tiempo se quedó dormido; por su parte Arlet no durmió esa noche,

pensaba en lo sucedido imaginándose muchas cosas más como si hubiese sido un sueño muy bello y pasional, pero al terminar ella volvería a su realidad, así paso todo el resto de la noche, pero no fue solo un sueño.