Esos ojos

28.4K 2.2K 128
                                    

¿Recuerdas el momento en el que nos conocimos? ¿Cuando nos vimos por primera vez? Yo sí, y creo que ha sido uno de los únicos momentos en los que me he quedado sin habla. Yo, un hombre con un extenso vocabulario y una gran capacidad para charlar, me quedé mudo ante ti.

Puedo contar con los dedos de una mano la ocasiones en las que mi lengua se trabó causando que me quedara sin palabras, y todas esas veces te involucran a ti. Dios mío, solo la primera vez que te vi... Uf, aun después de tanto tiempo sigo sin poder encontrar las palabras correctas para definir lo que sentí, lo que pensé de ti.

Y no fue solo tu belleza, fue también ese aire inocente que desprendías. Inocente, alegre, pacífico... Algo que quería desesperadamente para mí. ¿Creíste que habíamos chocado por casualidad? Lo siento, pero no pensé en una manera mejor para poder acercarme a ti. Sabía que te irías y que era muy poco probable que te volviera a ver, así que decidí quedar como un idiota. Me aproveché de la bondad que se podía adivinar en las profundidades de tus ojos y me tiré el café encima al tropezar contigo "por accidente".

Cada vez que recuerdo la culpabilidad en tu rostro me siento horrible, pero no me arrepiento; fue eso lo que nos unió al fin y al cabo. Me miraste con ojos llenos de culpa y te deshiciste en disculpas. Susurraste un lo siento tras otro como mil veces, y yo solo reí; te dije que no pasaba nada, que todo estaba bien. Y sí, todo estuvo bien desde entonces.

Te invité un café y, para mi sorpresa, aceptaste. Las horas me pasaron volando mientras platicábamos, y con cada palabra que salía de tu boca me daba más y más cuenta de que tenías que ser mía. No quería dejarte ir. Es que teníamos tanto en común, pero al mismo tiempo eramos diferentes. Me intrigabas, quería saber todo de ti. Qué te apasionaba, lo que te hacia reír y las cosas que te hacían llorar, dónde tenías cosquillas... Cómo sabían tus labios y se sentían tus abrazos.

Cuando fue la hora de cerrar, porque debes recordar que nos quedamos en el café hasta que anocheció, te pedí tu número y no vacilaste en dármelo. Me sonreíste y con un gesto de la mano me dijiste adiós. Al día siguiente te llamé, estaba desesperado por saber de ti. Me pediste que saliéramos y yo sonreí como un tonto, como un niño emocionado.

Salimos ese fin de semana y todos los fines después de ese. Eran perfectos. Todo era perfecto a tu lado. Hasta ahora.

Milay, no me dejes. Necesito más momentos contigo.



Momentos contigo ✔ [2015]Where stories live. Discover now