Capítulo 1: La isla oculta

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"Sus ojos me miraban con tanta dulzura, tan bellísimos, tan profundos que podía ver todo su ser, tan profundos que parecían el fondo del mar, de un azul tan intenso, con tan solo mirarlos podría vivir eternamente y nunca necesitaría algo más para vivir"









El viento rozaba su rostro con suavidad acompañado de pequeñas gotas de agua marina y el olor a agua salada invadía sus fosas nasales...era una sensación espléndida. Ethan amaba navegar por el vasto océano, se sentía libre y podía ser quien quisiera sin que nadie le dijese nada.

Amaba ser un pirata.

—¡Capitán! —gritó alguien a lo lejos.

Ethan no quería quitar la vista del océano, pero alguien le gritaba. Y sin ánimos caminó hacia donde escuchó el llamado.

Era el segundo al mando y su buen amigo Ben quien lo llamaba, quien estaba al timón.

Alto y de piel blanca, aunque ahora estaba bronceado por los rayos del sol, sus ojos de color marrón contrastaban con su cabello del mismo color, con facciones delicadas y delgadas pero masculinas, muy bien parecido y simpático.

Ethan lo conocía desde que tenía diecisiete años, y él también quería ser pirata, bueno, algo parecido.

Cuando Ethan lo conoció Ben robaba barcos muy importantes, era bueno en lo que hacía, aunque no le agradaba mucho la idea de robar y ser sorprendido en el intento, acabar muerto o en la cárcel por robo.

Él era cinco años mayor que Ethan, y a pesar de eso era el capitán del barco, con una tripulación de 15 personas incluyéndolo. Pero Ethan lo dejaba manejar el barco porque se notaba que lo disfrutaba, ya que era su sueño tener su propio barco.

Por cierto, el barco en el que estaban fue robado por ellos.

—Oye—dijo Ben con cierto tono sarcástico—se supone que tú eres el capitán de este barco, pero ni siquiera te acercas al timón, así que mueve tu trasero y deja de estar soñando despierto. Al menos ponte a dar órdenes.

—Que malo eres con el capitán, ten un poco más de respeto por mí, además se nota que te encanta manejar este espléndido barco—respondió Ethan en modo de broma—así que no te quito ese gusto y te dejo.

—Oye tú, no creas que te saldrás con la tuya...—exclamó Ben cuando un grito los interrumpió.

—¡Capitán! —dijo Eric, el primer oficial de la tripulación, quien era mucho más joven que Ethan, delgado, cabello negro y piel bronceada—se visualiza una niebla extraña y nos estamos acercando.

—¡Perfecto!, es una buena señal.

Y llamando a todos y empezó a dar órdenes para que se prepararan:

—Escuchen todos, nos acercamos finalmente a nuestro destino, empiecen a girar el barco a todo babor y diríjanse al Norte.

Ben giró el barco a toda marcha con mucha agilidad y fuerza y dirigió el barco a estribor, directo al Norte. Cada vez se veía menos, la niebla se volvía más espesa y todo quedó en un extraño silencio, ya no se oía el sonido de las olas que chocaban con la madera del barco ni el bullicio de la tripulación, nada, todo quedó en silencio y el único sonido que se oía era el rechinar de los mástiles.

Los ojos más bellos del mar© ✓ [Libro #1]Where stories live. Discover now