Chico Perfecto ©✔[+18]

:Capítulo XLVI:

Aún no podía creer que ambos hermanos estuvieran parados frente de nosotros como si estuvieran esperando alguna explicación del porqué el chico a mi lado estaba en mi casa. Pues en primer lugar el chico de cabello azabache sabía las respuestas y el segundo no tenía ningún derecho de mirarme con unos  iris color canela acusadores como si hubiera cometido el peor pecado capital. Bufé, dejando salir de aire de mis caquetes y tire el lapicero con fuerza sobre la mesa en la sala pegando contra el cristal.

— Ire por algo de beber — anunció Ryan señalando con su pulgar sobre su hombro antes de que abriera mis labios y sin mas desapareció dejando a su hermano mayor.

— ¿Qué haces aquí?— musite.

—Tú madre me pidió ayuda en algo— sus ojos canela pasaron a Scott —: ¿quién es él?— señaló.

— Yo soy... — Scott tuvo la intención de presentarse mas lo interrumpi.

— Mi madre aun no a llegado y como vez debo terminar un trabajo — estaba actuando muy a la defensiva, sin embargo no me gustaba como se estaba comportando.— así que te pido que nos dejes terminar.

Oliver pensó por un momento y juraba que una estupida idea circulaba por su cabeza cuando evitó reírse.

— ¿De qué es?— preguntó este restandole importancia lo que dije.

— Lengua — respondió Scott y maldije.

Oliver se acercó y observo nuestro trabajo y con las copias en sus manos se sento en el sofá del otro lado.

— Les ayudo, soy muy bueno hablando idiomas.—sonrió y no me estaba agradando para nada su atención. ¿Qué estaba planeando?

— No es necesario — me acomode y sentí la mirada de McMan sobre mi confundida —: ya casi terminamos.

Busque con la mirada al hermano menor de Ford con las esperanzas que apareciera y se lo llevaría lejos de nosotros. Deje de buscar y mi mirada se conectó con la de Oliver, este sostenía una sonrisa divertida en sus labios la cual me molestaba aún más.

— No vendrá — anunció lo suficiente bajo para que solo yo escuchará mientras que Scott escribía algo que él le dijo cuando yo estaba buscando a Ryan.—: él sabe mis intenciones — guiño un ojo y eso me alarmo.—: ¿cómo te llamas?

—Scott — respondió este y lo mire atenta a lo que fuera a preguntar.

— ¿Eres vírgen?— abrí mis ojos como platos, sintiendo vergüenza ajena. Scott se puso incómodo dejando su sorpresa de lado negando—: ¿alguna vez has sido infiel?

Scott incomodo por la pregunta de mi estupido e idiota futuro cuñado me miro de reojo quedándose callado por lo bajo. No sabía que mierdas era lo que prendía Oliver con esas preguntas incómodas, pero no eran para nada agradables y menos si la causa de una de ellas era yo.

— ¿Tu silencio es la respuesta? — cuestionó y quise irme de allí.

Me levanté de mi lugar y con la mirada de ambos sobre mi cuerpo tome la mano de uno de ellos y lo hale llevandomelo lejos evitando que hiciera otras de sus tontas preguntas incomodas. No me gustaba que se metieran tanto en mi vida, menos de esa manera tan exagerada en la que Oliver lo hizo. Digo, esta bien que quiera saber de mi vida, no obstante ya sabía toda la historia de nosotros al parecer, ya que sus preguntas me lo dejaron en claro y se que Scott estara agradecido conmigo por liberarlo de aquella pregunta que no solo para el fue incómoda y por desgracia aunque ya no sentía nada por él la respuesta me enfurecia y a la vez dolía ya que yo si lo ame, fue mi primer amor después de todo.

Cuando llegué a la cocina me enfureci aún más al encontrar a Ryan en la cocina. El chico estaba con los codos sobre la isla con un sándwich de queso sobre el plato en medio de estos ya mordido y una sonrisa divertida en sus labios. Eso me confirmaba qué escucho todo y estaba agusto con esta situación. Empujé como pude a Oliver a su lado fulmiandolos y la rabia no se iba a eliminar con esos dos entrometidos.