unus

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Pisar el paraíso sin ser descubierto era otro de los grandes talentos de aquel demonio.

Todo era tan blanco y puro, que parecía que lo único que estaba mal con ese lugar era él —y es que él no podía estar ahí—. Pisaba nubes y hasta podía sentir como aquellos algodones blancos masajeaban sus pies por casa pisada. Le sorprendió no ser descubierto, sus alas negras sobresalían de su abrigo y sus vagos mechones tapaban apenas el rojizo de sus ojos.

Miro hacia arriba cuidando que la mirada de los ángeles que volaban por encima de su cabeza no diera hacia él.

Todos aquellos ángeles eran tan parecidos; la misma tonalidad de sus ojos, lo dorado de sus cabellos, piel tersa y pálida como una hoja, alas relucientes y un particular brillo que los acompañaba por cada despliegue de alas.

Minho no sabía porqué subía al cielo, ni mucho menos, sabía porque escapaba de lo "gratificante de su hogar". Tan gratificante que ninguna gota de luz descansaba en su mundo, ni de pasada. No admitía porqué subía, pero sabía con certeza la respuesta.

El paraíso estaba vivo.

Minho voló desplegando sus negras y grandes alas de su cuerpo, se sentó en una pequeña colina tapando nuevamente su cuerpo con un gran abrigo blanco que lo ayudaba a pasar desapercibido.

Miro hacia al frente observando la perfección frente a sus ojos. Le daba náuseas ver tanto brillo, sonrisas, color blanco. Le recordaba al pasado, cuando esté perfecto lugar era su hogar.

No se arrepentía en lo absoluto.

Aquel Dios al que llamaban perfecto no era más que prohibición.

Y lo repetiría hasta que los juzguen millones de veces o lo entierren más en un Inframundo infinito.

Minho sonrió hasta dio una pequeña carcajada mientras veía todo el lugar de una mejor manera. Todo lo que lo rodeaba en este instante era una mentira envuelta en el nombre de perfección. Ese palacio dorado, las grandes estatuas, ángeles sonriendo como si su vida fuera un cuento de hadas eran la total prueba de la gran actuación que su Dios estaba creando.

Y lo comprobó cuando una gran figura destacó entre todo el lugar apuntando con su dedo a un indefenso ángel rodeado de seres de luz.

El creador estaba dando presencia para juzgar.






El creador estaba dando presencia para juzgar

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'𝐀́𝐍𝐆𝐄𝐋ーMinsungWhere stories live. Discover now