Hyunjin junto a Stray Kids se estaban dirigiendo al aeropuerto; comenzarían un pequeño tour.
No había podido comunicarse contigo antes de salir hacia allá, por lo que intentaría nuevamente de camino.
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Te habías despertado de golpe, pues no habías cerrado correctamente las cortinas; el sol se reflejaba justo sobre tu rostro.
—Ay! Qué molesto!— dijiste para tapar tu cara con las sábanas.
Luego de unos segundos tu celular comenzó a sonar, trataste de tomarlo aún con las sábanas sobre la cabeza. Tenías tres llamadas perdidas de Hyunjinnie; te habías preocupado, aunque luego de ver la hora tu seño se frunció ligeramente.
—¿¡Por qué una videollamada a esta hora Hwang Hyunjin!? No es horario para despertar— dijiste luego de contestar, fulminándolo con la mirada; eran las 7 de la mañana.
—Te ves hermosa igual... Y buen día querida; lamentablemente no dormimos juntos— dijo haciendo puchero.
Sonreíste.
—¿A dónde estás yendo?— cuestionaste después de ver que se encontraba en un auto.
Suspiró.
—Si me hubieras atendido ayer sabrías a dónde estoy yen... Pero si te he dicho dónde voy— dijo levantando una ceja.
—Lo siento, estuve demasiado ocupada— hablaste con aegyo, haciendo sonreír a Hyunjin.
—Está bien, te disculpo.
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Tapaste tu rostro luego de aquello; se vió realmente adorable.
—¡Oh, ya recordé! ¿Ya te vas?— cuestionaste, para luego hacer puchero.
Volvió a sonreír.
—Si, ya me voy... Te voy a extrañar, y no pudimos despedirnos; haré que te despidan de tu trabajo— dijo serio, para luego reír.
Reíste con él.
—No seas así, a parte ahora nos estamos despidiendo— dijiste con una sonrisa.
—Tienes razón, aunque estaba bromeando— volvió a sonreír.
Ibas a decir algo, pero te interrumpió.
—Perdón, pero ya estamos llegando... Luego te vuelvo a llamar— mencionó, fingiendo llorar; —Te quiero mucho, un beso de pececito— dijo.
Eso último te descolocó.
—Yo también te quiero, y que tengas un lindo viaje... ¿Y qué es eso de beso de pececito?— cuestionaste levantando una ceja.
Rió levemente.
—Es así...— cerró los ojos antes de aquello; él solo se había metido en eso, era algo penoso.
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—No puedes ser más adorable Hyunjinnie!— no habías podido contenerte, y hablaste en un tono algo más alto de lo normal; lograba ponerte nerviosa con su aegyo.
Se sorprendió ante aquello, cuando la llamada se finalizó.
Hiciste puchero a la pantalla; seguramente se había quedado sin señal. Bendito aeropuerto, siempre te alejaba de tu Jinnie.
