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Es alguien completamente diferente cuando se encuentra con personas que quieren lastimarte o te hicieron daño. El tierno Hyunjin desaparece como por arte de magia.
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Tu experiencia universitaria iba bien, hasta que uno de tus compañeros de clase comenzó a tener un crush en ti por alguna razón que desconocías.
Al principio había sido lindo contigo: te regalaba dulces o bebidas que sabía te gustaban, te prestaba útiles siempre que lo necesitaras, hasta se había ofrecido acompañarte a casa un día de clases que se atrasó, haciéndolos salir un poco más tarde de lo usual.
Pero esa atención que te regalaba se había vuelto un poco incómoda. Te seguía a todos los lugares donde ibas, tanto dentro como fuera de la universidad, habías podido sorprenderlo tomándote fotos sin tu consentimiento y muchas veces, había intentado tomar tu mano o tocar tu mejilla sin necesidad.
Todo se volvió muy extraño, y aquello último logró asustarte, haciéndote querer hablar con Hyunjin cuando la oportunidad llegara.
Estabas tan inmersa en tus pensamientos que no te diste cuenta cuando fue que Hyunjin había entrado a tu habitación, dejándolo sorprenderte con un abrazo.
—Mi bonita ____, ¿Cómo has estado? ¿Me extrañaste?— habló apoyando su mentón sobre tu hombro.
Tal fue la sorpresa que no podías modular correctamente. La situación con aquel chico realmente te había puesto los nervios de punta, que ni tu novio podía estar cerca sin que te sintieras incómoda.
Te alejaste suavemente de él, tampoco querías que lo malinterpretara. No lo habías logrado.
—Cariño, ¿Qué sucede?— preguntó sonriente Jinnie, tratando de que sus nervios no salieran a flote. Te había notado distante recientemente, y tenía miedo hasta de pensar una razón.
