Capítulo 8: Quizás pienses en huir

662 54 390
                                    

8-Quizás pienses en huir

**Sen**

Siento un escalofrío cuando noto algo frio recorriendo los tatuajes de mi cuello y abro los ojos jadeando en medio de la oscuridad al ver los ojos brillantes de Zangetsu que me miran tan sorprendidos como yo cuando me incorporo en la cama y él se aparta sosteniendo un paño húmedo entre sus dedos.

- ¿Qué estás haciendo? ... ¿y la niña? - me altero súbitamente hasta que veo a la pequeña dormida a mi lado en la cama, haciéndome suspirar aliviado al instante.

-Tenías fiebre y quería refrescarte un poco...- escucho su voz ronca y cansada, seguramente tras no haber dormido nada esta noche tras haber tenido a la pequeña. La herida me tira cuando intento sentarme y termino volviéndome a tumbar mientras Zangetsu moja el paño en un barreño con agua e hielos para volvérmelo a pasar por la cara haciéndome estremecer.

- ¿Mejor? ... ¿notas alivio? - entrecierro los ojos como respuesta y Zangetsu suspira antes de apartarse cogiendo el barreño.

-Tensa está dormido en el sofá. Voy a comprar leche para la niña y algunas cosas más, si me necesitas te dejo el teléfono aquí al lado-

-No te necesito para nada- abro los ojos al ver como los suyos me lanzan una mirada seria que me trae malos recuerdos. Aprieto los puños agarrando la sábana y él no dice nada antes de salir de la casa cerrando la puerta. Dioses...esa mirada otra vez y justo después de parir... ¿y si el embarazo solo era una tregua porque no quería dañar a la niña? Kami, estoy delirando por la fiebre, pero tengo una mala sensación y sé que, si sigo aquí, volveremos a lo mismo y...esta vez no sobreviviré....

- ¿Yyl? Sí, estoy bien, di a luz ayer...oye ¿podría quedarme en tu casa unos días? Por favor...- cuelgo el teléfono algo más aliviado y hago un esfuerzo titánico para levantarme pese a la herida para guardar algunas cosas en una bolsa de deporte mientras que cojo a la niña en brazos con cuidado de no despertarla y salgo al salón para despertar a Tensa oyéndole quejarse.

- ¿Mami? ¿Dónde vamos? Hoy no tengo cole...-

-Lo sé cariño, vamos a ver a un amigo ¿vale? Por favor ponte las zapatillas y vámonos rápido...- siento el corazón latiéndome intensamente en el pecho. Estoy demasiado nervioso, aunque esto es algo que ya tenía incluso planeado desde hacía tiempo, ha bastado una mirada suya para advertirme que todo volverá a ser como antes ahora que en mi cuerpo no hay nada que no quiera dañar. Me duele la cabeza y estoy mareado, pero...tengo que salir de aquí....

- ¿Vas a algún lado, Senbonzakura? - abro los ojos de par en par cuando al abrir la puerta me encuentro con Ukitake Jushiro vestido con su toga de sacerdote. –No creo que quieras pasearte por la ciudad en pijama y con esa intensa fiebre que tienes. Se te nota con mirarte-

- ¿Por qué...estás tú aquí...? -

-Zangetsu se ha pasado por la iglesia hace unos minutos para rezar dando gracias porque tú y los pequeños estáis bien- parpadeo al oír eso y Ukitake sonríe. –Se le veía realmente emocionado. Muy contento-

- ¿Contento? Jaja...claro. Como se nota que no le conoces como yo-

-Ahora mismo le conozco más de lo que tú quieres conocerle- frunzo el ceño al oír eso y siento como la niña se remueve incómoda en mis brazos al estar despertándose.

- ¿Por qué no atendemos a los pequeños y hablamos? Déjame ayudarte, Sen...somos amigos, no voy a hacerte ningún mal...-

-Yo soy amigo de tu hermano Yylfordt, al que todos tenéis como un descarriado en vuestra familia. Tú eres el santo perfecto- Ukitake suspira al oír eso, pero aun así tiene paciencia hasta que yo me calmo y accedo a que me ayude con los niños ya que yo necesito sentarme un poco y descansar.

"Doncel contra Corcel"Where stories live. Discover now