CAPITULO 3

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Me he despertado muy muy temprano. Anoche no pude dormir, debí tomar la tonta pastilla, pero claro, mi tercer nombre tenía que ser "rebeldía". El día de hoy tengo la cita con el doctor, y estoy muy nerviosa; no me gusta ir con él; siempre me trae de vuelta a la realidad...a mí realidad.

Estoy sentada en el gran sillón frente a la ventana de mi habitación; ya he desayunado un gran tazón de cereal, solo espero a que Sonia se despierte, para que me acompañe; veo el reloj y aún marca las 5:50 AM; Sonia suele despertar a las 7. La ansiedad comienza a apoderarse de mí cuerpo, así que decidí salir un rato, solo una hora en lo que se despiertan las demás. Me decido a ir por el coche, dar una vuelta en el pueblo más cercano me hará mejor, pienso; aveces vivir un tanto alejados de la ciudad no me gusta mucho, pues no tengo nada que hacer, tengo que conducir, y no es que me desagrade éso, de hecho conducir me encanta, pero me gustaría caminar un poco, pero en Avenida Esmeralda es algo que no se puede hacer, ya que es un lugar solitario, con apenas 5 o 6 casas a los alrededores, el lugar es tranquilo, pero igual aburrido. No puedo evitar pensar en que me gustaba más la antigua casa en Tuxtla Gutiérrez, era grande,ni tanto, pero si lo suficiente como para no ver a nadie, si así lo quieres. Evito todos los pensamientos siguientes en mi mente, y decido concentrarme en bajar a la cochera, sacar el auto, y dar una vuelta para distraerme. Tomo las llaves del auto, bajo las escaleras y voy directo a la puerta de la cocina, que da con la cochera, ahí está mi precioso autito, me río mentalmente, que diminutivo tan tonto. Enciendo el coche y tan solo escuchar los motores hace que mi adrenalina aumenté; conducir autos es una de mis grandes pasiones; cuando papá me enseñó a conducir a los 15 años, prometió que haría que obtuviera un permiso y así fue, ahora tengo un permiso de conducir para menores y eso es fantástico, aunque él no me tiene mucha confianza, mamá sí, y ella siempre me deja conducir a mí, cuando voy con ella, obvio me han puesto un par de reglas, pero no sería yo si me propongo seguir reglas. Saco el auto, y le piso al acelerador; me encanta ver cómo la aguja va subiendo; decido sacar un poco el pie cuando veo que me he pasado de 160k/h. Veo que la aguja desciende y en ese momento entro a la carrera internacional, ahí si puedo conducir a la velocidad que yo quiera, pero decido llevar el auto en 140k/h, no quiero dramas en casa, aún no. Veo la hora, aún son las 6:27 AM.

-Nada mas iré a la gasolinera y regresaré -me digo para acomodar las ideas; eso ayuda a qué no olvide lo que tengo que hacer, soy de esas personas que olvidan las cosas con mucha facilidad.

30 minutos más tarde, estoy llegando a casa, me siento mucho mejor, creo que eso es lo que necesitaba, solo, no se, talvez... sentirme viva.

Veo que Sonia está en la cocina, posiblemente ni se ha percatado de que no estaba en casa, bueno es prácticamente seguro pues suelo despertar algo tardé.

-¡Buenos días, Sonia! -saludo a Sonia, haciendo que se sobresalté un poco.

-¡Me asustas, jovencita! ¡Ah y...Buenos días! ¿Te caíste de la cama, está mañana acaso? -pregunta Sonia. -Es muy raro que estés despierta a estás horas. -agrega.

Rio a carcajadas por un momento, burlandome de lo rápido que habló. Respiró y me acerco a la cesta de manzanas que hay sobre la isla de la cocina, para tomar una, y después morderla; mientras Sonia me fulmina con la mirada. -He decidido salir un rato, quise aprovechar la mañana, los rayos del sol, o bueno los únicos que no me hacen daño, ya sabes que tengo que evitar el sol por las tardes pues los rayos ultravioleta son más fuertes y me hacen daño, y he llevado el auto a cargar combustible para salir hoy -expongo las razones, aunque bueno algunas son mentiras, pero tampoco puedo decir que no dormí porque no tome la tonta pastilla, y si seguía en casa de esa forma sería presa de la ansiedad otra vez, así que es mejor mentir...o bueno, algunas veces, pienso lo último un poco. Sonia parece estar procesando las palabras, hasta que rompe el silencio momentáneo.

Y seguiré... ¡ESCRIBIENDO! Where stories live. Discover now