Inu Taisho e Izayoi lideran un grupo de guerreros para enfrentar a sus enemigos los archidemonios, mientras que Sesshomaru e Inuyasha se perfeccionan para seguir su camino. Hay Sessrin e Inukag de modo joven.
Luego de cabalgar casi medio día por el bosque, Inu Taisho ordena que paren, así los caballos descansan, pero sobre todo, se acerca a su hijo menor a quien le dice:
-Estate preparado, que estando atento a todo, podrás convertirte en un guerrero como yo y como tu hermano.
-Lo haré, padre-Contesta Inuyasha.
Mientras que Rahz se ocupa de vigilar a los guerreros, Don Zaloog le habla a los suyos:
-Creo que ya me está gustado ser un guerrero.
-Pero cuando éramos bandoleros tuvimos muchos botines-Dijo Cliff.
-Creo que ahora tienes espíritu de justicia ¿no?-Opinó Meanae.
-Al menos para estar más seguros-Dice Chick.
-Eso lo dices porque eres miedoso-Le dice Gorg.
-Igual, Inu Taisho es de fiar, ya que varios gobernantes que fueron derrotados por esos demonios nos han perseguido por nuestras fechorías, ahora nuestra suerte ha cambiado-Dice su líder.
Dentro de la vegetación, un esbirro del monarca archidemonio llamado Cráneo convocado observaba a los guerreros del caudillo de cabello platinado, y ahí les dijo a sus oscuros aliados:
-Tu Zure y Broww, adelántense con los guerrilleros, que yo me uniré a ustedes luego con los lanceros y soldados.
-Les demostraremos a esos barbaros nuestro poder-Decía Zure el caballero.
-Vino con sus hijos, pues me los llevaré como trofeo si llego a matarlos-Dice Broww el cazador.
En el momento en que los guerreros se levantaban para continuar con la marcha, aquel denominado Cazador oscuro les sorprende como un rayo y también aparecen varios guerrilleros que comienzan a acosarlos.
Mientras aquellos guerrilleros de cuerpo redondo los rodean, el caballero Zure aparece junto con Cráneo convocado, del cual el último ordena a los soldados, lanceros y los escasos jinetes de cargar contra los guerreros:
-El que mate a Inu Taisho será ascendido-Les dice Zure.
Aunque eran rodeados, los hombres de Don Zaloog se lanzaron al ataque contra el enemigo, del cual cada uno atacaba con sus técnicas, aunque Chick solo atacaba con golpes para debilitar un poco a sus enemigos, pero Rahz y los demás seguían resistiendo.
En ese momento, Cráneo convocado junto con Zure y los demoniacos soldados terminan por rodear a aquellos combatientes y a varios:
-Que comience la masacre-Decía el demoniaco esbirro.
Pero en ese mismo instante, Inu Taisho carga contra el enemigo junto con sus hijos, Yae y los escoltas, del cual atacando produce varias bajas, y no podía faltar la compañía del pequeño lacayo del hijo mayor, que se llamaba Jaken, que con su báculo mágico quemaba a sus oponentes. En pleno combate, Inuyasha ya hería y dejaba fuera de combate a varios guerrilleros, aunque su medio hermano ya era un experto matando a más de un enemigo.
Liderados por un león acorazado, esas bestias guerreras se enfrentaban con los soldados, lanceros y algunos de los jinetes, mientras que varios guerrilleros cayeron fácilmente por sus feroces ataques.
Sin embargo, mientras ambos hermanos defendían a su padre de los guerrilleros, y la guerrera daba golpes y patadas que noquearon a más de uno, Cráneo convocado y el caballero Zure se preparan con los soldados y el primero le grita al caudillo:
-Ha llegado tu hora.
-Yo me ocupare de sus hijos-Dice Broww.
-Ni creas-Le dice Rahz deteniendo su avance.
Cuando menos se los esperaban, de la vegetación aparecieron varias bestias guerreras que se lanzaron con toda brutalidad hacia los demoniacos atacantes, y al verlos, Inu Taisho les dijo a sus hijos:
-Es nuestra oportunidad, a por ellos.
Aquellas bestias que eran gladiadores, luchaban con toda brutalidad contra los demoniacos soldados, mientras que Inu Taisho y sus dos hijos, incluso los escoltas les daban una mano, del cual el enemigo comenzó a titubear, por no decir que varios huían.
Con la balanza inclinada a favor de Inu Taisho, Zure y Broww ordenan la retirada, y Cráneo convocado les grita:
-Ya nos volveremos a ver, y ahí me llevaré sus cabezas.
Durante el descanso, mientras sepultaban a los caídos y atendían a los heridos, las bestias guerreras que eran un león, un oso, un caballo, un búfalo, un rinoceronte un tigre y un ave, todos antropomorfos. Y Alexander el león le contó lo siguiente:
-Éramos al igual que los humanos, esclavos de ese tirano, y nos usaban como gladiadores cuando nos capturaron. Pero un día nos rebelamos y logramos huir.
-Hemos sabido de Inu Taisho, y por eso estamos dispuestos a unirnos a su gente-Dijo el tigre.
-Son bienvenidos-Contesta Inu Taisho.
-Perfecto, ya tenemos nuevos aliados-Dijo el escolta barbudo.
-Gracias a ellos pudimos vencerlos, pero por el momento-Dijo la escolta.
-Pero no se olviden que volverán-Dijo Rahz.
-¡Tranquilo! Si vuelven les daremos su merecido-Dijo Escorpión negro.
-Lo sé muy bien, pero esta vez debo felicitar a mi hijo Inuyasha, que aunque noqueó e hirió a varios enemigos, demuestra que ha progresado, pero la próxima quiero que atraviese a un enemigo con su espada.
-Claro que si padre, verás como elimino a uno-Dijo sonriente.
-Sigue soñando, ya que yo soy el mejor paladín-Le dice Sesshomaru.
-No hay duda de eso, amo bonito-Dice Jaken.
-No olvides que es de tu misma sangre, pero igual, ahora volvamos, debemos estar preparados para cuando volvamos a enfrentarnos a esos demonios-Ordena Taisho.
-No los vamos a defraudar-Dice Alexander.
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