Capítulo 8: La caída del reino

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En aquel día, una caravana con gente encapuchada avanzaba lentamente hacia lo que antes era la ciudad imperial, y cuando llegaban hacia las puertas, los guardias les permitieron la entrada sin problema alguno.

Aquellos sujetos con capucha no eran nada más que Inu Taisho, sus hijos, Don Zaloog, los tres escoltas, Yae, el Espadachín, Jaken, Alexander y los suyos que habían atacado la caravana de los archidemonios, que venían con los tributos de los lugares sometidos por estos demonios.

Ni corto, ni perezoso, Taisho ordena a todos que avancen por la ciudad, pero tratando que no llamen la atención de los soldados que había por montones, y aquel bandido tuerto con sus secuaces avanzaron hacia las murallas con un objetivo: dejar fuera de combate a los guardias.

Mientras tanto, Inu Taisho decide adentrarse en el palacio junto con sus dos hijos, incluyendo a Jaken para atacar al monarca, mientras que los tres escoltas, el Espadachín y Alexander con los gladiadores montaban guardia.

En ese momento, Don Zaloog ataca a varios guardias de forma sorpresiva, y mientras Meanae y Chick les daba una mano con los ataques, Cliff y Gorg montan guardia, además de dejar fuera de combate a varios guardias.

En ese mismo instante, Taisho y sus hijos son vistos por los guardias, y aquel caudillo desenvaina su espada y se enfrenta contra ellos, mientras que Inuyasha y Sesshomaru hacen lo mismo.

De repente, un guardia avisa a los cortesanos de lo que pasa, y en un abrir y cerrar de ojo, el monarca ordena gritando:

-Envíen a los soldados y también a las maquinas antiguas, no quiero que salgan vivos de aquí.

-Como usted ordene, majestad-Contesta el capitán.

Cuando aparecen jinetes, lanceros y soldados en dirección al palacio, los escoltas, el Espadachín, Yae y los gladiadores les atacan por sorpresa, iniciando un tremendo combate en frente del palacio.

Con espadas en mano, el caudillo y sus hijos avanzan mientras Jaken les da una mano contra los guardias y varios soldados, del cual se van abriendo paso hacia la sala de trono.

Mientras los escoltas y su amigo contienen al enemigo que era numeroso, Laquari se sorprende al escuchar que por unas calles se iban acercando aquellas maquinas antiguas, como el Golem, el Caballero, el Ingeniero, la Bestia, los marcos y los soldados. Y por ello Alexander les dice:

-Los que quieran vengan conmigo, acabaremos con ellos.

-A tus ordenes, Alexander-Dice Laquari.

Con los guardias derrotados, Don Zaloog da la señal, así los demás guerreros que estaban afuera avanzan hacia las murallas

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Con los guardias derrotados, Don Zaloog da la señal, así los demás guerreros que estaban afuera avanzan hacia las murallas. Y les acompañaban los campesinos y esclavos que optaron por ayudarlos para librarse de sus demoniacos opresores.

En ese momento, Inu Taisho y sus hijos logran avanzar hacia la sala de trono, pero ahí lidian tanto con el capitán como con el alfil, además de los soldados, mientras la pareja real les dice:

La hazaña del caudillo y sus hijosWhere stories live. Discover now