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Un pelirrojo estaba siendo vestido con un traje bastante hermoso, con detalles bordados y el escudo de armas del reino en su capa, peinaban su cabello pero al final se movía peor que los perros de caza.

Se sentía raro, quería tener sus ropas de siempre y correr por el granero en busca de su caballo para montar por todos lados, entrenar con su espada, hacer lo que hacía siempre, pero estaba siendo obligado a asistir con todos sus olvidados modales.

Era uno de esos ensayos para que se comporte perfectamente frente a la corte real, o algo así era, no lo recuerda realmente.

—¿Porque tengo que hacer esto mamá?

—Porque eres el único heredero al trono, es tu deber.

—Sólo a ti te gusta este circo.

Soltó un bufido mientras tomaba el brazo de su madre "guiando" aunque era sólo la forma en la que debía caminar junto a ella.

—En realidad prefiero una armadura a... Esto— se señaló a sí misma, tenía un hermoso vestido a medida y su cabello trenzado y perfectamente arreglado.

—¿Entonces porque lo cambiaste?

Si a el le dieran a elegir entre llevar una aburrida vida de realeza y luchar en defensa del reino, prefería mil veces ser un soldado más de las tropas a vestirse como idiota.

—Porque lo amo, nos ha dado todo, tenemos a un hermoso, valiente y encantador alfa, aunque es un necio muchas veces.

Ambos soltaron una pequeña risa divertida mientras continuaban hasta encontrarse con su padre que les saludo con una sonrisa y se levantó para ayudar a su madre a sentarse a comer, no había mucho a su alrededor, algunas personas que le servían, pero al otro lado de la habitación, había un chico rubio parado tan erguido como un guardia, con sus manos a la espalda y le miraba atentamente, intento ignorarlo y con la conversación de su padre a la hora del desayuno rápidamente dejo de tomarlo en cuenta. 

Comía como un día cualquiera y se comportaba como si no tuviera puesto un traje perfectamente limpio y no sus ropas sucias de barro, aunque por la mañana no solía estar sucio hasta después de comer, algunas veces eran solo ellos (tan solos como se podía) y otras veces estaban frente a su corte, pero él terminaba comiendo a deshoras por estar en otras actividades. 

—Heavy, te presento a Dee, él se encargará de "pulir" tu imagen como príncipe, así que espero que le escuches. 

—Majestad— hizo una inclinación a los presentes antes de terminar por acercarse. 

Heavy no pudo evitar notar que el rubio de su cabello y sus ojos azules parecían idénticos a su padre, pero tenía pecas y su cabello no era para nada parecido a este, pero no le tomó gran importancia, pudo notar sin problemas que era un omega.

—¿Que? ¿Para qué quieres eso? no lo necesito.

—Lo necesitas— cortó rápidamente el mayor a lo que parecía ser una rabieta de parte de su hijo —Tienes diecisiete y en menos de un año será cuando seas formalmente reconocido, tendrás obligaciones, responsabilidades y ninguno de nosotros dos somos eternos ¿Sabes? necesitas madurar.

—Pero yo no elegí ser un príncipe ¡No quiero nada de esto!

—Sabemos que no lo escogiste, pero es tu lugar, es el deber— su madre le tomó de la mano y solo pudo suspirar —No te pedimos demasiado, te dejamos hacer mucho tiempo lo que querías, es tu turno dar de tu parte.

Pareció meditarlo, pero sólo se tranquilizaba y se hacía a la idea, en verdad prefería cualquier cosa que estar sentado como estúpido sin hacer nada.

Futuro reyWhere stories live. Discover now