Luthor's girls [Supercorp]

Descubrimientos

Era imposible para Lena realizar poco y nada de su trabajo, lss mujeres la mantenían ocupada y al pendiente todo el tiempo, si no era tomando su mano o abrazandola durante el trabajo, era para alejarla de sus investigaciones al llamado de comida (la única palabra que parecían comprender), o era manteniendola despierta a altas horas de la noche por cuestiones que poco tenían que ver con su trabajo... o profesionalidad.

De momento habían interrumpido más de 3 excavaciones y 5 noches de sueño.

Lena no podía quejarse, eso era todo lo que hacían, llevarla a comer o llevarla al limite. Más que eso las cuatro se habían mantenido durmiendo o mirando a Lena a la distancia con los ojos acuosos en cuanto las separaban. "Serán solo unos minutos" decía Lena, pero aún así no parecia hacerles gracia alguna.

La pelinegra se dirigía en esos momentos hacia las duchas comunales, con las rubias y Jess tras ella, la última aún no confiaba en las extrañas que habian salido de las rocas.

-Bien, vamos a tomar una ducha -Lena anunció- Jess, ¿Te molestaría mostrarle a nuestras invitadas como funcionan? Dudó que tuvieran una ducha en los últimos 1000 años -le susurró a Jess, quitándose la camiseta rumbo a una de las duchas.

-Seguro, por aquí -dijó la mujer, dirigiéndose a las demás duchas.

Las mujeres no la siguieron, los cuatro pares de ojos estaban pegados en el cuarto de ducha donde Lena había desaparecido.

-Chicas, por aquí -dijó Jess firmemente, para su suerte, esta vez la siguieron.

Con las duchas encendidas, y Jess fuera de la vista las mujeres deambulaban completamente desnudas por las instalaciones, buscando a Lena, guiadas por el sonido del agua cayendo, todas volaron en su dirección.

Imaginen la sorpresa de una muy desnuda, y aún algo excitada, Lena cuando cuatro pares de ojos brillantes le devolvian la mirada a menos de un metro de distancia. Sus ojos amplios, expectantes, ¿Cuáles eran los planes de estas mujeres?

Con la cortina de ducha ligeramente removida de su sitio una de las mujeres entró en el espacio, la de los ojos de motas rojas, la más ruda, siempre parecia molesta, siempre hacía que Lena temblara con tan solo una mirada.

Caminó los cortos pasos hasta el espacio personal de Lena, encerrandola entre su cuerpo y la fría pared, con una mirada oscura y fogosa la mujer murmuró un grave y sensual ":zhao" antes de estrellar sus labios contra los de la morena.

Lena tembló bajo los labios de la rubia, siendo conciente de los otros tres pares de ojos mirando en su dirección, y además siendo conciente de su desnudez, con cuidado colocó una mano sobre uno de los pechos de la mujer, lo que causó una sorprendente cadena de suspiros. La rubia empujó más contra ella, dejando una de sus piernas colarse entre los palidos muslos de Lena.

Los labios de la rubia comenzaron a moverse por su mandibula y descendiendo a su cuello en dirección a sus pezones, ya erectos, que poco tenían que ver con la temperatura del muro tras ella. En cuanto la mujer capturo uno de los pezones rosados entre sus labios Lena dejó escapar un jadeo, mientras acariciaba la cabellera rubia y rodaba sus ojos fuera de foco.

Lanzándoles una mirada a las demás mujeres pudo ver que dos de ellas habían comenzado a flotar, lo que sea que eso significara, y la otra, la de las motas purpuras, tenía la vista clavada en el rostro de la pelinegra, quién abrió la boca en busca de autocontrol en cuanto sintió una de las manos de la mujer que la devoraba merodeando entre sus piernas, Lena abrió las piernas un poco más para darle mejor acceso a lo que sea que quisiera hacer.

Haciendo espacio para dejar pasar a una de las mujeres la rubia de motas rojas descendió más sobre su cuerpo hasta cubrir su entrepierna con los labios, acariciando suavemente el clitoris de Lena con su lengua. La adorable rubia de motas púrpuras voló rápidamente para besar con adoración los labios anhelantes de la pelinegra. Las dos rubias que aún observaban la escena alejadas tocaban tímidamente sus propias entrepiernas, masturbándose individualmente, no queriendo interrumpir la escena, pero queriendo participar ansiosamente.

Lena las observó, aún besando a la rubia, notando como las dos kriptonianas que tocaban su cuerpo parecían temblar con placer al igual que las dos frente a ella.

¿Podría ser?¿Podrían todas estar conectadas a un mismo estímulo?¿Serían todas una sola función del mismo nervio a pesar de todas moverse individualmente?

Posando su mano sobre uno de los pechos de la rubia frente a ella acarició, frotando el pezon suavemente, vio y sintió moverse a las cuatro rubias hacia adelante, buscando sus dedos. Un interesante experimento ahora frente a los ojos de Lena, quién intentaba con todas sus fuerzas seguir el camino de investigación a pesar del fuerte estímulo entre sus piernas que la obligaba a cerrar los ojos y disfrutar.

Sacudiendo bruscamente sus caderas hacía adelante Lena apretó una mano sobre la cabeza entre sus piernas, mientras un sonido agudo escapaba de su garganta, esperaba que nadie la hibiera oído. Dejando ir los labios frente a ella, sujetó con más presión la cabeza de la rubia, quién subió una pierna a su hombro para mejorar el acceso.

Ahora tres pares de ojos la observaban, pareciendo saborear el momento.

Con un orgasmo que dejó sus piernas temblando Lena se sujetó a la rubia frente a ella y la besó, oyendo cuatro gemidos al unísono, su investigadora interna salió a la acción, dejando ir a la rubia frente a ella, beso a la mujer más a su alcance, a de los ojos dorados, y la besó, deslizando su lengua dentro de su boca, si sabía exactamente cómo Lena, ¿Cómo era posible?

Colando sus dedos en la entrepierna, ya humeda de la rubia de motas azules, Lena apretó en el botón de nervios, observó como todas recibieron una descarga eléctrica. Se acercó a la rubia de ojos sueves y tiernos, tomando su cuello con fuerza y mordiendo suavemente bajo su mandíbula para después deslizar su lengua sobre la marca que desapareció a los pocos segundos... interesante, todas jadearon cuando los dientes de Lena se enterraron en la sueve y tibia piel de la mujer. Tomando el pezon de la rubia de motas rojas en su boca, tiró de el fuertemente con sus dientes. No obtuvo más que pechos deslizándose contra ella y jadeos placenteros.

¿Estaba en el cielo?

Horas más tarde, ya vestidas y disimulando su nuevo descubrimiento Lena llamó a su equipo.

-He hecho un nuevo descubrimiento -anuncio- bueno... es una teoría, todos sabemos de la leyenda de Kara Zor-El y el reino destruido de Kripton, es por lo que estamos aquí después de todo.

Muchos asintieron en murmullos bajos.

-Y todos sabemos de la princesa Kara Zor-El, la única heredera al trono, única hija de Alura y Zor-El -dijó- creó que la hemos hallado -señalo a las rubias tras ella.

La mirada confundida de todos le dijó a Lena lo pobremente que se estaba expresando.

-Teóricamente la princesa se resguardó para una futura batalla, y todos sabemos de el potencial científicos de los Kriptonianos, ¿Y sí hubiera una posibilidad de que preservaran más de un especimen de la última heredera? -Lena cuestionó- separando sus cuatro razgos principales, su compasión -señalo a la rubia de motas azules- su liderazgo y valentía -señalo a la de las motas doradas- su sensibilidad -señalo los ojos ligeramente púrpuras- y su ira y fiereza, su pasión -señalo a la última rubia de malhumorados ojos rojos.

-¿En qué se basa para suponer esto, doctora Luthor? cuestionó Jack, uno de sus científicos más destacados.

-Uh...

Piensa en una excusa ahora.

-Yo... las he visto percibir y actuar sincronizadas a diferentes estimulos como golpes y gustos -se aclaró la garganta- y creo que es posible, teniendo en cuenta lo avanzado que era el pueblo Kriptoniano.

Se acercó más a las rubias.

-Por ejemplo -comenzo- si yo tomó su mano -atrapó la mano de la Kara malhumorada- y aprieto con todas mis fuerzas, podemos ver como todas fruncen el ceño y...

-¿Estamos basando todo esto en unos ceños fruncidos? -James preguntó- ¿No pueden solo estar incómodas?

Lena negó. Esto tomaría por siempre...

Después de pruebas con semillas de pimienta, ligeros jalones de pelo (los cuáles fueron sumamente vergonzosos y escandalosos, cuando las cuatro rubias gruñeron placenteramente) y un montón de otros experimentos, los científicos quedaron satisfechos, solo faltaba conseguir a Alex en el aeropuerto y podían comenzar las verdaderas investigaciones.

Es smut muy difícil de hacer, siento la tardanza y prometo mejores ♥︎ gracias por leer, los quiero.