#35

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Mi cuerpo comenzó a flotar en la nada absoluta, yo era lo único visible en este lugar gracias al magenta que mis extremidades irradiaba, convirtiéndome así en lo único existente de este extraño sitio imposible de describir, no era oscuro, no era claro, no es helado ni cálido... sencillamente nada. Comencé a  buscar algún tipo de final, alguna salida, pero simplemente me movía, si es que realmente lo hacia, en el vació mismo, mis pies no tocaban ningún tipo de superficie por lo que simplemente ''nadaba'' en la inexistencia de este extraño espacio. 

Continué con mi exploración encontrándome con exactamente la misma nada que antes, luego de lo que pudieron haber sido horas, minutos o quizá segundos, a la distancia demasiado lejos de donde yo me encontraba logre visualizar un pequeño destello. Tan rápido como este lugar sin ningún respeto por las leyes de la física me permitió, comencé a acercarme. Al parecer si estoy desplazándome, puede que todo este tiempo haya estado haciéndolo pero como hay literalmente nada en todos lados me era imposible darme cuenta, ahora por lo menos puedo ver como lo que parece ser el sol se agranda lentamente. 

Una vez estuve lo suficientemente cerca como para distinguir lo que era aquel objeto mi corazón dio un vuelco, mi alma grito y mi cuerpo comenzó a fallar obligándome a detenerme, todo mi ser temblaba. Si este lugar tuviera un suelo, estoy segura que estaría arrodillada intentando ponerme de pie con mis nuevas piernas de gelatina. Finalmente mi luz se acercaba y sin saber muy bien como volví a moverme mientras mis ojos se convertían en cataratas. Por fin nuestros cuerpos se encontraron y nuestras almas se abrazaron, ella no paraba de moverse e intentaba lamer mi rostro, ni siquiera se lo negué, realmente la extrañe. Luego de unos minutos juntamos nuestras frentes mientras nuestros ojos se examinaban el uno al otro, ninguna de las dos sabia si lo que ocurría era real o no pero definitivamente lo disfrutaríamos... El color de mi amada comenzó a brillar y a expandirse por todo el lugar, al igual que el mío. La nada fue reemplazada por nuestras esencias causando que ahora nosotras estemos flotando entre su amarillo y mi magenta, ambos eran brillantes. El espectáculo mas hermoso que solo mis ojos podrán presenciar.  

De pronto nuestras tonalidades comenzaron a comportarse de manera extraña, de alguna forma comenzaron a mezclarse como si de dos pinturas se tratasen, sin lograr entender muy bien lo que sucedía, frente a mi se comenzó a formar un nuevo color; un rojo brillante comenzó a aparecer consumiendo a los otros dos, sin dejar rastros de que alguna vez existieron. Asombrada observe todo el lugar teñido por aquel nuevo color, fruto de la fusión entre la esencia de mi amada y la mía. Sin entender muy bien por que comencé a sentirme extraña, mi cuerpo se sentía de alguna forma mas pesado que antes y Pelu parecía tener la misma sensación. Restándole importancia nuestro repentino agotamiento nos acercamos mas que antes y cerré mis ojos para lograr guardar todas las sensaciones que este momento me había regalado.

Me aferre con fuerza a ella con miedo a que se desvanezca entre mis brazos y sin poder evitarlo mis ojos se abrieron lentamente dejando ver a un Daniel caminando de un lado a otro justo alado de la cama. A mi lado, entre mis brazos se encontraba mi amada, deje escapar una sonrisa mientras sentía como mi pecho comenzaba a hundirse. Todo fue un sueño, un hermoso sueño... 

Antes de que pudiese pronunciar una palabra para que el tatuado se percatara de que ya había despertado, un movimiento junto a mí llamo mi atención. Me aleje un poco y observe a Pelusa con detenimiento, el de extraño color preguntó algo, por su tono de voz juraría que estaba preocupado por alguna razón pero para ser sincera no logre escuchar lo que dijo, todos mis sentidos estaban enfocados en mi única familia. Un movimiento en su pata que nunca antes había hecho, causo que mi corazón diese un vuelco y antes de que pudiese recuperarme de aquel pequeño movimiento, vi como sus parpados comenzaron a abrirse mostrándome después de tantos días los ojos amarillos que tanto anhelaba ver. En menos de un segundo mi vista estaba borrosa y entre mis brazos tenia finalmente la repuesta definitiva a aquello por lo que tanto tiempo me causo dolor, ella finalmente despertó.         

Ojos rojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora