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Londres, 25 octubre de 1940.

Su Excelencia, Arthur Hinsley

Me veo en la obligación de escribir esta carta informando sobre mi misión como paramédico en el ejército y decisiones importantes que han sido tomadas desde la ultima vez que mantuve contacto con el seminario de Allen Hall, hace un poco más de  año.

En julio del año 1939 propuse una misión personal que fue aceptada por las grandes cabezas del seminario, a usted incluyéndolo. Mi misión como diacono consistía en formar parte del ejército de Reino Unido de forma voluntaria como paramédico, ayudando a los heridos y a los enfermos por la guerra, con la promesa de nunca llevar un arma sobre mi cuerpo, siendo esto prometido de rodillas frente a la imagen de nuestro señor en la iglesia de Westminster. Hace casi seis meses viví lo que fue la guerra en vida propia, vidas se desvanecieron de mis manos en la enfermería, por el permiso especial que se me ha otorgado, puedo asegurarle señor arzobispo, que desde que la guerra explotó he dado más veces el sacramento de unción de los enfermos de las que usted a dado en su larga trayectoria como servidor de la iglesia. Crucé campos de guerras completos, sin ningún arma en mi y temiendo por perder mi vida para salvar a soldados que pedían un ultimo respiro, desde ahí no he dejado de servir al país y a la iglesia, sin detener mis estudios teológicos, pasando noches enteras sin dormir por cumplir la voluntad de nuestro señor. 

Pero un imprevisto ocurrió en el medio del camino, su Eminencia.

Hallé el amor sin haberlo buscado y esa es la verdadera razón del porqué escribo esta carta, porque encontré ese amor prometido que Dios y la religión se suponían tenían que darme, pero lo encontré en medio de la guerra, en los ojos y el corazón de una persona. El gran motivo de que usted tenga este trozo de papel entre sus manos es para solicitar la dispensa del celibato, puede tacharme de loco si así lo desea, cualquiera lo haría por dejar el seminario a estas alturas, cuando faltan sólo un año para ser ordenado presbítero, pero créame cuando le digo que en esos ojos veo todo lo que no encontré en seis años de seminario, espero que pueda comprenderme, en los últimos meses he fallado en mi misión como diacono transitorio e hice caso omiso a mis votos de castidad, rompiendo así la decisión y promesa que hice a los dieciocho años cuando fui dispuesto a ser un diacono.

El amor es la fuerza que mueve el mundo, pero mi mundo los encontré en los ojos de una persona, su Excelencia. Sé que es preferible dejar el seminario a que vivir mi vida entera arrepentido, porque sé que mi corazón nunca podría volver a sentirse así, ni aunque subiera en persona a los cielos.

Esperando a que esta dispensa sea aceptada y dando mi más sincera gratitud al seminario Allen Hall por los años de entrega se despide

Richard Starkey, diacono del seminario Allen Hall.

Cuando George terminó de leer la caligrafía de su amado en ese trozo de papel, sus ojos estaban ligeramente cristalizados y una sonrisa adornaba sus labios en forma de corazón. Richard estaba sentado a su lado, expectante por una reacción, con sus ojitos brillosos y una sonrisa que incluso dejaba ver sus blancos dientes.

"En serio lo harás..." Fue lo único que pudo susurrar el militar, dirigiendo su mirada hacia su chico.

"En serio lo haré." Asintió un par de veces antes de tomar la carta para meterla dentro de su sobre. "Si quieres arrepentirte este es el mom..."

Antes de que Richard pudiera decir algo George se abalanzó lo suficientemente fuerte hacia él para que ambos terminaran en el suelo entre risas. El soldado no tardó en besar los labios de su amado, sintiendo su corazón latir más fuerte que nunca por la felicidad que sentía, podía llegar a llorar de tanta emoción. Hace tanto tiempo que no se sentía tan feliz, que parecía que su corazón estallaría igual que una bomba, sabía que Starkey estaba igual que él, podía sentir su corazón latir con fuerza debajo de su pecho y sus azules ojos demostrando más felicidad de la que era posible explicar.

Come Back To Me. [Starrison]Where stories live. Discover now