Quizás un tornillo suelto

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"Las personas necesitan un poco de locura, de otro modo nunca se atreven a cortar la soga y liberarse" .

Nikos Kazantski

—Mira, solo mantente alejada de ese chico y de Marcela ¿entendido?, no quiero más problemas— habló con tono decisivo — esta tarde tienes cita con la doctora Jenkins, apenas termines las clases Antonio vendrá a recogerte, sin objetar─ finalizó elevando una ceja. 

 ¿Enserio? Estaba cansada de esto, de nuevo contarle todo de mi vida a una completa extraña, me diagnosticara y junto al psiquiatra me  mandara pastillas para dormir y mantenerme "feliz", Exhalé y saque el aire que hasta ahora no sabía que tenía reprimido.

—  No es justo, tu tenías que saber que ella estaba aquí, y de todos modos no te importo, hace tiempo no tengo una crisis, no veo porque tenga que ir, he avanzado muchísimo—   le dije casi rogando para que desistiera, pero al no ver respuesta de ella, me di media vuelta y me dirigí hacia el edificio, tratando de contener las lágrimas, no había caído en cuenta que estaba titiritando sino hasta que entre.

Aunque Hernández me había dado permiso para que me limpiará solo quería estar sola, sabía que, si entraba en un lugar con mucha gente y comentando lo ocurrido, no sería una buena idea.

Me dirigí hacia el campus quería ir a un lugar tranquilo, y como si fuera enviado solo para mí, vi el mirador, un pedacito de cielo puesto en la tierra y estaba muy contenta de encontrarlo.

Estudie las posibles entradas y todas implicaban saltar muros, así que tendría que hacerlo.

Subí las escaleras hacia el paraíso terrenal, para mi sorpresa la reja de seguridad ayudaba excesivamente para entrar, ¿Qué irónico, ¿no? Eran barandillas de metal que daban un gran soporte para escalar, tenía frio, mucho de hecho y el contacto con el metal lo empeoraba en mis manos. 

Comencé a escalar apoyando mis manos e impulsándome con mis pies por el alto refuerzo de metal, así seguí el ritmo por unos minutos, hasta que llegue al final, pase mi pierna derecha sobre el final de la reja, tome posición como si estuviera montando a caballo, no me había dado cuenta lo alto que era, solo cuando mire al suelo, eso hizo instantáneamente me arrepentir de mirar allí,  calcule que estaba a unos cuatro metros y que si me caía iba a ser doloroso, el vértigo se apodero de mi estómago pero le hice caso omiso lo mas que pude, vote una gran bocanada de aire, y me levante de la posición de donde estaba, para adentrarme al mirador, literalmente estaba a unos centímetros dentro del lugar y  comencé a descender.

Tres barandillas más abajo, sentí como un paso en falso ayudo a que perdiera el equilibro, mi cuerpo se balanceo hacia atrás y el vacío en mi estómago se hizo más grande y todo se ralentizó en instantes, sabía que no iba a quedar ilesa de esta caída incluso huesos rotos y de más.

Un golpe seco y una sacudida se posicionaron en mi espalda, cerré los ojos fuertemente por el miedo, ¿por qué no me dolía nada? Bueno, no tanto, no sentí mi cuerpo chocar con el asfalto, moví mis piernas para saber si había tenido daños en mi columna, pero al hacerlo me di cuenta que estaba en una especie de suspensión , de hecho todo mi cuerpo había caído sobre algo, agradecí profundamente a Dios por la fuerza que amortiguó la caída, pero no quise abrir los ojos por miedo a que solo fuera producto de mi imaginación y me topara con una pierna rota o alguna parte de mi cuerpo sangrando.
Unos quejidos sonaron por debajo de mí, tarde algo en abrir mis ojos, me dolían de lo apretado que los tenía, trague saliva antes de abrirlos preparándome para lo peor.

Los ojos me ardían y no podía enfocar muy bien los objetos, veía una mancha distorsionada frente a mí,  después de unos segundos, caí en cuenta de lo que había ocurrido, y rápidamente me quité de encima de quién fuese que hubiese amortiguado mi caída.

Broken [SAGA CONSEQUENCES #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora