Ch. 21 Pt. 1: La intriga.

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Kirsten estaba nerviosa. ¿Habría sido demasiado invitar a su maestra a su casa? ¿Pasaría algo más ese día como le había insinuado Samantha, su alocada amiga? Claramente la joven no estaba lista para ello. Esperaba a dos manzanas de la escuela para evitar que la vieran mientras se subía al auto de su maestra. En esta ocasión no era un Porsche 911, pues aquel era de la otra ciudad. Contempló un Mercedes-Benz AMG GT C Roadster rojo sangre. 

—¿Esperas a alguien? —preguntaba Blake sonriendo un poco mientras bajaba el vidrio del despampanante convertible. 

—Puede ser, solo soy una jovencita —replicó ella para así ver como su maestra se bajaba y le saludaba con un pequeño beso en la frente mientras abría la puerta del copiloto para que la joven pudiera entrar. 

Pronto estaban ambas adentro mientras la mayor conducía. Esta vez tampoco parecía que fuera su auto. No había ningún adorno ni distintivo, y parecía bastante nuevo. 

—¿Ya me vas a decir a qué te dedicas como para comprar todos estos autos de mafiosa? —sonrió Kirsten. A Blake le tomó un momento corresponder. 

—Ya lo sabes, solo soy una profesora —le guiñó un ojo con la vista en el camino. 

—¿De veras pagan tan bien? —cuestionó la jovencita tranquilamente.

—Parece que alguien ha estado esperando mucho para preguntar las cosas, ¿no es así? —Blake sonreía pero no parecía que aquellas preguntas le cayeran tan bien. 

—Bueno, llevamos como... ¿Un mes saliendo? Y hoy vas a conocer mi casa... Mientras que aún no sé nada de ti. 

—No hace falta, preciosa. Solo vive en el momento —trató de desviar adónde iba todo aquello. 

Entonces Kirsten acercó su mano a la guantera. 

—¿Puedo ver lo que hay aquí? —quizás eso le arrojaría más luz sobre la misteriosa Blake.

—Kirsten, no. No abras eso —Blake se tensó en un momento y apretó el volante mientras sus ojos estaban fijos en la guantera. Su voz no sonaba nada amigable. En verdad se veía disgustada y con un toque de alerta. ¿Qué tenía ahí? ¿Qué era esa cosa tan importante que estaba en el compartimento que Blake no quería que ella viera? ¿Acaso eran fotos de su ex? ¿Drogas? ¿Qué era? ¿Tenía algo que ver con el monto excesivo de dinero que ella hubiese necesitado para comprar tan solo aquel auto en el que la transportaba? 

—Wow, w-wow perdón... Si quieres que no abra ahí está bien no lo haré —Kirsten apartó sus manos a la defensiva pero esa reacción... Ella jamás había reaccionado así. Así que sea lo que fuese que aguardaba en esa guantera, debía ser realmente importante. 

Tras media hora de incómodo silencio, finalmente llegaron a la casa de Kirsten. Blake aparcó el auto delante de la vivienda y al entrar sorprendió a la jovencita con un abrazo de oso. Lo más importante, parecía haberla perdonado.

—¿Qué quieres pedir? —susurró en su oído cosa que solo hizo a Kirsten estremecerse. 

—E-eh... Y-yo creo que... Una... Pizza... ¿S-sí? —no podía pensar bien de solo tener esos firmes brazos alrededor de la cintura. 

—Pizza será, entonces —con una sonrisa sacó el teléfono y ordenó una deliciosa pizza napolitana para ambas.

Cuando llegó, decidieron ir a la sala a comer mientras veían una serie de suspenso policial. 

—¿Quién crees que mató a Jenny? —preguntó Kirsten más entrada la tarde mientras le daba un mordisco a su tercera rebanada. 

—David, obviamente —respondió con seguridad. 

—¿Obviamente? Parece que alguien tiene mucha confianza en sí misma —Kirsten sonrió y miró a su maestra—. Yo creo que fue Julles. Apostemos. 

Blake subió una ceja. 

—¿Acaso eres una ludópata y yo no lo sé? Dime qué quieres apostar —correspondió su sonrisa.

—Eh... No lo sé. Pero estoy segura de que fue Julles —susurró percatándose de la perfecta definición de la mandíbula de Blake. 

—¿Qué te parece... Un deseo?

—¿Apostar un deseo? —sonrió Kirsten. 

—Sí. La que pierda, le tiene que conceder un deseo a la otra. ¿Te parece? —su maestra le acarició la mejilla para quitar algunas migajas de la corteza de la pizza. 

—Trato. 

Entrelazaron sus meñiques para después ver el final del programa. Efectivamente David era el asesino. 

—¡¿Qué dices?! ¡No puede ser! ¡Pero si era obvio que era Julles! —Kirsten se quejó de haber perdido la apuesta y su maestra soltó una maligna carcajada. 

—Bueno me parece que alguien acaba de perder —se burló Blake y vio como Kirsten la miraba. 

—Dime, Blake Schmidt, ¿qué es lo que deseas? —susurró mirándola fijamente a los ojos. 

—¿Qué? ¿Ahora eres Lucifer Morningstar

Ambas se rieron y juguetonamente pasaron la tarde juntas. Blake no intentó nada más, quizás porque sabía que su contraria no estaba preparada. Cuando anocheció, la mayor debía irse. 

—Kirsten... He de pedirte algo —susurró Blake tomando suavemente de la cintura de la joven. 

—¿S-sí, Blake? 

—La semana que viene llegará al país uno de mis artistas favoritos de la ópera... Y quiero que me acompañes a verlo. 

El corazón de Kirsten casi se sale. 

—Blake me encantaría ir contigo yo... Me siento muy afortunada de que me lo hayas pedido. 

Su maestra esbozó una enorme sonrisa. 

—Asombroso... Te estaré esperando afuera de la escuela entonces, ¿está bien? 

—Está más que perfecto —Kirsten sonrió y abrazó a su contraria sintiendo su fragancia sin querer separarse. 

—Adiós cariño —Blake se retiró suavemente y subiendo al auto volvió a conducir. La joven la vio irse, apoyando la espalda en el marco de la puerta. Poco después recibió un mensaje de Samantha. 

"Como se va a llamar mi sobrino?" Kirsten soltó una carcajada al leerlo. 

"Cállate, no ha pasado nada

"como asiii queeeee?? osea nada nada enserio???

Kirsten recordó entonces lo de la guantera y se quedó estática con el teléfono en las manos un momento. 

"Pensándolo bien... Si pasó algo pero el lunes te cuento

"choco krispy payne te juro que te voy a dar una golpiza por esto aaaaaa pq me dejas con la intriga?"

Kirsten apagó el teléfono y con muchas cosas en la cabeza se fue a dormir. Una vez más, aquel lúcido sueño con su padre se repitió, solo que esta vez el escenario estaba peor, más caótico y degradado. Por primera vez parecía que... Quizás su padre estaba huyendo de algo. 

     

La Nueva || Historia ChicaXChica.Où les histoires vivent. Découvrez maintenant