La profesión de Draco lo obliga a viajar a otro continente, un mundo mágico diferente con sus propias reglas, ventajas y problemas. Y allí se encontrará a quien menos esperaba.
Fanfiction slash del universo de Harry Potter.
Romance/¿Humor, quizás...
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Siete años después.
-¿...sabes que muchas culturas creen que el número siete es mágico, porque cada siete años se producen un montón de cambios en el organismo y en nuestro entorno?
-Algo he oído.
-¿Te das cuenta de que han pasado siete años desde que estuve aquí, diciéndote que te ibas a caer por quitarte los lentes, con lo ciego que eres?
Harry se echa a reír.
-Mi amor, has tenido momentos inesperadamente románticos...¿tienes que hablar de ese, en particular?
-Fue uno de los mejores.
-Tenemos que discutir sobre ese concepto de romance tuyo, Draco.
-¿No consideras que esto es romántico? Y fue mi idea.
-Sí. Tienes tus momentos, te lo dije...
-Probablemente me pasé con este.
-Uh, no. Si te quejas de que no me peine hoy, será un momento con la cantidad justa de romance y humor malfoyesco.
Él carraspea.
-¿No te peinaste hoy?
-Sabía que eso sería lo único que escucharías.
-No puedo creer que no te peinaras hoy.
-¿Hay alguna diferencia entre los días en que me peino y los que no? Porque yo no la noto.
-Aun así, no puedo creer que no hicieras el intento...
En algún lugar del mundo, hay un espacio bajo tierra donde descansa un ente amable que adopta la forma de raíces y un tronco sin principio ni fin visible. En ese preciso instante, también hay un par de hombres de vacaciones, sentados sobre una de las raíces más grandes, que fingen discutir y terminan besándose, riendo, preguntándose en murmullos qué se supone que van a desear.
Es un poco difícil pensar en algo, cuando sienten que lo tienen todo.
