Rᥲmᥱ́ • Voᥣkᥲᥴιo •

Capítulo treinta

🌹-- Lo ideal es que repitan la canción dos veces desde que lo indica el emoji, para ambientar correctamente todo el capítulo. Hoy tenemos "Heather -Conan Gray" a petición de tres lectores... Espero que les guste la combinación. --🌹

Despierto a la misma hora de siempre con un terrible dolor de cabeza; el estrepitoso sonido de la alarma no ayuda en absoluto a disminuirlo, así que la detengo rápidamente. Me recompongo en la cama, y suelto un profundo suspiro.

Anoche, cuando Claudio me ha dejado en casa, el mundo se me vino encima otra vez. Iban varios días en los que ya no me topaba con él, por lo que su repentina aparición en el parking de la cafetería tuvo el triple de impacto del que tiene normalmente. Muerdo mi labio inferior mientras recuerdo la manera en la que se piro en su coche, saltando las normas de tránsito que siempre está recordando.

Me levanto a duras penas de la cama, y camino lentamente hasta el baño. Me doy una ducha, me visto, desayuno algo rápido, y salgo de casa para reunirme con Gustabo he irnos juntos al trabajo a pesar de que no tengo muchas ganas de asistir.

El día transcurre con normalidad, y con muchos éxitos para Fred y Dan, lo que recompone mi ánimo de manera muy positiva; incluso en un atraco, mientras esperábamos a nuestros compañeros, le enseñe mis nuevos pasos de baile a Gustabo y a los atracadores en la puerta de licorería.

-¡De éxito en éxito, y tiro porque me excito! –Celebra mi compañero mientras se quita la camiseta.

-¡Si o que! –Suelto a su lado con una gran sonrisa. -¡Que tenemos un montón de fotos juntos para el álbum de los éxitos! –Le enseño mi galería.

-¡Joder, de seguro me tatúo todo eso! –Dice mientras hace zoom en una de las fotografías donde salgo de pie, con él abatido a mi lado.

-¡Que ponga bien grande "Dan, el héroe"! –Digo achinando los ojos.

-Ten por seguro que eso dirá. –Contesta mientras se coloca su sudadera, para luego mirarme a los ojos. -¿Te vienes o qué? –Me pregunta.

-La verdad... Planeo quedarme un rato más, ya sabes, necesito la pasta. –Suelto rascando mi nuca.

-Ya, entiendo. –Me da una palmada en el hombro. –Nos vemos entonces, Dan.

Ambos nos despedimos, y le acompaño hasta la salida. Saco mi patrulla, el "Héroe" y me pongo a atender alertas como todo un loco, centrándome todo lo posible en ellas para no pensar en nada más... "En nadie más", mejor dicho.

Las horas pasan lentas como si un minuto fueran diez, pero al menos he acudido a un par de atracos, y robos de coches. Muerdo mi labio inferior mientras abro la ventanilla, y subo el volumen del estéreo a tope en la emisora de Spain Rp. Saco mi mano para que el aire le llegue de lleno cuando dan las ocho de la noche, y decido ir a comisaría para realizar mi 10-10.

Estaciono en el parking del lugar, y guardo el patrulla en el garaje. Camino hasta las escaleras relajado, con ambas manos detrás de la cabeza, cuando de pronto otro coche aparece frente a mí. Pongo mi mano sobre mis ojos a causa de la luz de los faroles para ver de quién se trata, extrañado por la manera en la que llega a comisaría; Con los cristales abajo, y la música fuerte de cojones. Una risita se me escapa ante mi descaro, si es que yo llego exactamente igual a cualquier parte.

El coche se detiene, y los faroles se apagan. Es ahí cuando abro mis ojos de par en par y, para mi sorpresa, me encuentro al ruso sentado en el piloto. Se reclina contra el asiento, pasa las manos por su cabello, y baja el volumen del estéreo. Pero, ¿Y esto? Sé de primera fuente que Volkov jamás tendría la música tan a tope, y es que vive pendiente de la radio.